5 de marzo de 2014

Frida Kahlo y Diego Rivera enamoran a París

La Ciudad Luz une el arte de la pareja de pintores mexicanos en una exposición conjunta en el Museo de la Orangerie.
Un visitante contempla la obra 'Retrato de Dolores Olmedo (c), de Frida Kahlo, que se expone en la muestra "Frida Kahlo - Diego Rivera. Arte en Fusión" en el museo Orangerie, en París. (EFE)
Un visitante contempla la obra 'Retrato de Dolores Olmedo (c), de Frida Kahlo, que se expone en la muestra "Frida Kahlo - Diego Rivera. Arte en Fusión" en el museo Orangerie, en París. (EFE)
 El Museo de la Orangerie de París recibe, desde este miércoles y hasta el 13 de enero, una exposición que reúne un centenar de obras de los pintores mexicanos Frida Kahlo yDiego Rivera, pareja también durante muchos años.

Las obras de Rivera (1886-1957), que destacó por grandes pinturas murales que retrataban momentos históricos, contrastan en esta muestra con los cuadros de pequeño formato de Kahlo (1907-1954), que protagonizó muchos autorretratos.
Sin embargo, ambos pintores reflejan su íntimo vínculo con México, a través de retratos de obreros y campesinos, y de elementos que reflejan la influencia que ejerció el arte precolombino en su obra.
Una de las comisarias de la exposición, Leïla Jarbouai, explicó a a Efe que Rivera es más conocido en México que Kahlo, mientras que esta es más célebre fuera de su país natal.
"Frida Kahlo tiene un arte más universal porque no está tan ligado a un contexto histórico e ideológico, es más atemporal ya que está relacionado con la mitología individual", señaló Jarbouai.
De hecho, Kahlo quería dedicarse a la medicina pero en 1925 sufrió un accidente de autobús que la obligó a guardar reposo e hizo que se aficionara al arte, a través de los autorretratos, ya que sus padres le regalaron una caja de pinturas y un espejo.
Así, la artista mexicana se inspiró en su propia imagen para crear obras "llenas de dolor y sufrimiento" que sorprenden también por la mezcla de influencias, que van desde el renacimiento italiano hasta el arte popular mexicano, según apuntó la comisaria de la exposición.
Kahlo consiguió un estilo muy característico, de manera que se puede reconocer a la artista incluso en un autorretrato de la exposición en el que aparece detrás de una máscara y en el que sólo se le ve el pelo y la mano, según explicó Jarbouai.
"Diego Rivera era 20 años mayor que Frida Kahlo y, cuando se conocieron, ya era un artista consagrado, reconocido internacionalmente"
En cambio, la obra de Rivera está más vinculada a sus convicciones políticas -militó en el partido comunista, al igual que Kahlo- y pintó diversos frescos que reflejan el mundo industrial.
La exposición empieza mostrando los inicios cubistas del pintor mexicano y su posterior evolución, hasta ser considerado como el fundador de la escuela mexicana del siglo XX, la escuela nacionalista.
La muestra, además de exponer los grandes murales por los que Rivera es más conocido, enseña también algunos de los cuadros que pintó en caballete durante una época de juventud en la que residió en Europa y en la que fue influido por los artistas que residían en París.
Junto con los óleos, el museo muestra también una quincena de retratos fotográficos de Rivera y Kahlo que han sido cedidos por el Centro Pompidou y que sirven para ilustrar la vida de esta pareja de artistas, unidos hasta su divorcio en 1939, tras el que se volvieron a casar un año más tarde, aunque ambos tuvieron distintos amantes.
Según Jarbouai, aunque la influencia de Kahlo se puede ver en algunas obras de Rivera, como los retratos de mujeres rodeadas de flores, fue principalmente el pintor mexicano quien cambió la manera de pintar de su mujer.
"Diego Rivera era 20 años mayor que Frida Kahlo y, cuando se conocieron, ya era un artista consagrado, reconocido internacionalmente", explicó la comisaria, quien considera que Rivera inició a su mujer en el arte precolombino.
Frida Kahlo, sin embargo, no se quedó a la sombra de su marido ya que estaba muy implicada en la lucha por la emancipación de la mujer.
Esta exposición es fruto de un intercambio con el Museo Dolores Olmedo, de México, que a cambio mostrará una treintena de obras maestras francesas, de Renoir a Picasso, Cezanne y Modigliani.
Asimismo, la exposición también muestra diversos dibujos que permiten apreciar el proceso de preparación de los frescos de Rivera y otros de Kahlo, menos conocidos que sus cuadros.

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