23 de marzo de 2014

La Tate agrupa cien obras sobre la fascinación por la "lujuria apocalíptica" de las ruinas
Azeville 2006
Foto de Jane y Louise Wilson de los restos de un búnker defensivo nazi en el frente Atlántico francés (Tate © Jane and Louise WIlson) 

'Ruin Lust' estudia el magnetismo de los escombros, los vestigios y la decadencia sobre los artistas desde el siglo XVIII. Los restos de edificios sagrados o civiles han sido utilizados como tema por los pintores y fotógrafos para sugerir tristeza, comicidad o perversión. En la muestra temática hay obras de Turner, Constable, John Martin, Eduardo Paolozzi, Rachel Whiteread, Tacita Dean, Gerald Byrne...

Quizá porque nos recuerdan nuestra propia condición e inevitable destino, todos podemos sentir el poder de los escombros. El músico de jazz Duke Ellington definió mejor que nadie la relación del ser humano con los vestigios del pasado cuando afirmó que "todo hombre es un dios en ruinas". Ante los cascotes de una construcción desbaratada, sentimos nuestra propia derrota. Fotogalería 7 Fotos Ruinas fascinantes Ruin Lust (La lujuria de las ruinas) es una vasta y curiosa exposición temática que la Tate Britain pone en cartel hasta el 18 de mayo para mostrar cómo esa fascinación también afecta a los artistas, que, desde el siglo XVIII, han utilizado las ruinas para sugerir tristeza o establecerlas como símbolo cómico o perverso de lo efímero de la condición humana y la civilización. La muestra, la de más amplio alcance organizada sobre el tema hasta la fecha, reúne más de un centenar de cuadros, dibujos y fotografías. Románticos "locos" por los ruinas El recorrido por la muestra se inicia con la "locura" por las ruinas que afectó a los artistas , escritores y arquitectos del siglo XVIII. Dos de los grandes paisajistas vernáculos del romanticismo británico,  J.M.W. Turner y John Constable, recorrieron el país en busca de vestigios pintorescos que sirvieran para plasmar su visión trascendente de la vida. Turner y Constable elevaron de categoría un tema que se consideraba de aficionados Del primero se exhibe el dibujo con acuarela de la Abadía de Tintern que pintó en 1794 y del segundo un bosquejo del castillo de Hadleigh (realizado en torno a 1828–1829). En ambas piezas se puede apreciar el intento de los artistas por elevar a categoría de arte mayor un tema que hasta entonces se consideraba mundano, poco académico y reservado a los aficionados. Restos convertidos en monumentos Esta visión poética sería objeto de reinterpretación e incluso de burla por artsitas posteriores como Keith Arnatt, que fotografió la  yuxtaposición de elementos históricos y modernos en la inexpresiva serie A.O.N.B. (Areas of Outstanding Natural Beauty, Áreas de gran belleza, 1982–1984), ejemplo del feísmo, y John Latham, cuya escultura Five Sisters Bing (1976) —formada por cinco libros— era parte de un proyecto para convertir en monumentos montones de restos postindustriales encontrados en Escocia. Visión sanguínea y devastadora de la destrucción de Pompeya Las ruinas clásicas tienen una presencia continua en la obra de otros artistas del siglo XX, como Eduardo Paolozzi, Ian Hamilton Finlay y John Stezaker, interesados en mostrar como los sueños modernistas de la arquitectura terminan desgajados y destruidos como los templos o edificios nobles de la posteridad. La exposición también muestra la ruina como resultado de un apocalipsis abrupto, como en el oscuro fresco The Destruction of Pompeii and Herculaneum (La destrucción de Pompeya y Herculano, 1822), donde John Martin pinta una visión en tonos sanguíneos de la erupción devastadora del Vesubio. Los búnkeres nazis Las consecuencias de la guerra sobre los paisajes y edificaciones son explorados por los cuadros de Graham Sutherland y las fotografías de Jane y Louise Wilson de los bunkeres defensivos nazis en el llamado Muro del Atlántico. Las fotografías de Paul Nash de fragmentos surrealistas de cascotes o las imágenes de Jon Savage de un desolado Londres en la década de los años setenta muestran cómo los artistas también ven las ruinas como zonas de potencial renacimiento que deben ser reconstruidas o rediseñadas. Ruin Lust incluye salas dedicadas a Tacita Dean y Gerard Byrne. De la primera se exhibe la película Kodak 2006 sobre la obsolescencia de la imagen por  el abandono de la produccción de film de cine de 16 mm. En 1984 and Beyond (1984 y más allá), Byrne muestra una instalación que toma como punto de partida la discusión, publicada en la revista Playboy en 1963, en la que imaginan el futuro varios escritores de ciencia ficción del siglo XX, entre ellos Isaac Asimov, Ray Bradbury y Arthur C. Clarke .


todas las fotos en este elace : http://www.20minutos.es/fotos/artes/ruinas-fascinantes-10314/

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