Cultura
Los museos esperan que la llegada de Parodi reactive varios proyectos
El martes al mediodía, en el lanzamiento en el Malba de la 23» edición de arteBA, Marcela Cardillo, subsecretaria de Gestión Cultural de la Nación y directora del Museo Nacional de Bellas Artes, estuvo sentada en la primera fila atenta a la animada y extensa presentación de Alec Oxenford. Ni ella misma, ni el presidente de la Fundación arteBA, ni ninguno de los presentes imaginaban que se precipitaba un cambio radical en Cultura, con el abrupto alejamiento de Jorge Coscia , la asunción de Teresa Parodi y el nuevo rango ministerial para un área que nunca fue el centro de la atención del Poder Ejecutivo.
Es más: un mes atrás, durante un almuerzo informal convocado por los Amigos del Museo de Bellas Artes, muchos se preguntaban por la apertura de la salas del segundo piso, obra de gran aliento iniciada por el ex director Guillermo Alonso que quedó ahí, sin pena ni gloria, con la inauguración postergadasine die y sin explicación alguna.
La reapertura de las salas resulta sólo un detalle si se piensa que quedó pendiente, tras la partida de Alonso, el llamado a concurso para cubrir el cargo de director, según los criterios establecidos.
Abogada muy cercana a Jorge Coscia, Marcela Cardillo tomó con entusiasmo su nueva función, asumió que el arte no era su tema, buscó los asesores adecuados y mantuvo una fluida relación con los medios y el compromiso de una política de adquisiciones que hacía mucho no tenía nuestro museo mayor.
Por aquello de que "no hay nada más definitivo que lo transitorio", frase acuñada con sabiduría oriental por la gran China Zorrilla, Cardillo quedó en el asiento de la sede de Av. del Libertador como directora y las salas no se inauguraron.
Mientras tanto, el museo no puede mostrar al mundo la colección de arte argentino en la lectura ideada por Alonso y Roberto Amigo que potencia la calidad de nuestros artistas. Una lástima, porque en la era Kirchner se concretaron compras importantes, como el imponente Berni La pesadilla de los injustos y, del mismo artista, La siesta y Cristo en la habitación, con la idea de abrir una sala Berni, justo homenaje al artista argentino más importante del siglo XX.
AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR
El lugar de los museos y de la cultura en la agenda de la Presidenta no es ni ha sido central. Sorprende entonces la urgencia de la medida de pasar de secretaría a ministerio como una "necesidad". En tiempos recientes, sólo se recuerda el fervor presidencial por la obra faraónica del Centro Cultural del Bicentenario, que desguasó una joya de patrimonio, uno de los mejores edificios de Buenos Aires, construido por encargo de Ramón J. Cárcano para ser sede del Correo Central, proyecto del francés Norbert Maillart (Colegio Nacional de Buenos Aires y Palacio de Tribunales).
Era un viejo anhelo del mundo de las artes visuales imaginar que la secretaría del área tuviera rango de ministerio, como una manera de categorizar su acción y reconocer su gravitación en los asuntos de Estado. Será tarea de la ministra Parodi actualizar y velar por el patrimonio de los 29 museos nacionales visitados por 1.850.000 personas en 2013. No es poca cosa. En Francia, por ejemplo, el ministro de Cultura ha sido siempre un aliado a la hora de la toma de grandes decisiones: basta pensar en André Malraux; en el presidente Pompidou, que impulsó la creación del centro que lleva su nombre, y en Jack Lang, tres veces ministro de Francois Mitterand y una de sus primeras espadas políticas.
En este contexto, lo que viene más que un cambio de estatus se espera que sea el umbral de políticas del largo plazo no atadas a los gobiernos de turno.
PRIMERA ACTIVIDAD OFICIAL, POR MUGICA
Teresa Parodi asistió ayer a su primera actividad oficial como ministra de Cultura en la Biblioteca Nacional, donde se homenajeó al padre Carlos Mugica, de cuyo asesinato se cumplirán pasado mañana 40 años. En tanto, Parodi continuó recibiendo saludos por su nombramiento. Uno de los más especiales fue el de Hebe de Bonafini, quien le escribió: "Has cantado casi más fuerte la marcha peronista que el Himno. Y hoy te reconocen tu trabajo.
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