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El Museo de Zaragoza conmemora con una exposición el bimilenario de la muerte de César Augusto

Con la exposición ‘Augustus. Annus Avgusti MMXIV’ se rinde homenaje al emperador romano en el bimilenario de su muerte, ilustrando a través de casi doscientas piezas la época augústea, cuando se gestaron hechos tras transcendentales como la creación del Convento Jurídico Caesaraugustano o la fundación de Caesar Augusta, actual Zaragoza. La exposición, abierta en el Museo de Zaragoza, se divide en cuatro ámbitos temático. Comienza con la importancia de los nombres que sucesivamente recibió el emperador a lo largo de su existencia (Octavio, Octaviano y Augusto) que nos introducen a su vida personal. Para ilustrar estos aspectos se exhiben piezas que contienen el apelativo del emperador, y entre ellas destaca el miliario de Castiliscar, pues es la primera vez que puede verse en Zaragoza.

En el segundo apartado, titulado ‘Augusto y el poder de las imágenes’, se muestra cómo la propaganda oficial utilizó con habilidad la imagen del emperador para ensalzar y legitimar sus actuaciones, en una sociedad básicamente analfabeta. Es de destacar la réplica y la interpretación de la coraza de la estatua ‘Augusto de Prima Porta’, un sabio compendio del mensaje político del emperador. El tercer capítulo nos habla de Augusto como ser mortal y en especial relata el episodio de su enfermedad al final de las guerra cántabras (29-24 a. C) y su oportuna curación en un balneario, lo que muy probablemente ocurrió en Turiaso. Naturalmente la pieza estrella de esta parte del recorrido es el formidable exvoto con el retrato del propio emperador encontrado en Tarazona.

Para finalizar, se habla de Augusto y del impacto de su política en el territorio aragonés. Aquí puede verse el nutrido conjunto de ánforas de esa época que llegaron hasta Caesar Augusta con los más diversos productos. También podemos admirar el primer retrato conocido de un caesaraugustano, monedas, cerámicas y materiales que nos hablan de la vida cotidiana en la ciudad de Augusto. Una pieza excepcional es el ‘modiolo’ de ‘terra sigillata itálica’ de los talleres de Arezzo. Además de esta exposición, a partir del 14 de junio se mostrará e Velilla de Ebro una sección de la muestra, que agrupa obras de los fondos de museos aragoneses en su mayor parte, con otras aportaciones de instituciones navarras, y de la Casa de la Moneda, de Madrid. La exposición se mantendrá abierta hasta final de verano.