HASTA EL 21 DE JUNIO DE 2014
Vida y obra del pintor Enrique Zudaire en la sala Conde de Rodezno de Pamplona
En el ciclo de exposiciones organizado por el Ayuntamiento de Pamplona de artistas navarros del siglo XX, ya fallecidos, se presenta en la sala Conde de Rodezno una muestra comisariada por José Mª Muzurábal, con 60 obras del artista Enrique Zudaire que se inició en la academia del pintor Javier Ciga en los años previos a la Guerra Civil, desarrolló su carrera en Barcelona y regresó a Navarra en la última etapa de su vida donde continuó trabajando hasta su fallecimiento.
Las obras de Zudaire giran sobre cuatro temas; principalmente la figura humana y en menor medida paisajes, naturalezas muertas, así como iconos religiosos. Dedicó especial atención a la figura femenina ‘en interiores, intimistas, melancólicas, desdibujadas, resultan especiales, atrayentes y revelan la mano de un artista pintor muy dotado, con dominio de la técnica y trasmisor de auténtica belleza estética’. También destacan los autorretratos y retratos, en este caso predominantemente masculinos. En el segundo apartado está el paisaje, tanto el de su tierra natal al inicio de su trayectoria con ‘óleos muy alejados de lo que posteriormente será su pintura, obras muy desdibujadas, lineales y con escasas matizaciones’, como posteriormente el paisaje de Cataluña, con sus playas, rincones rurales o los puertos.
El apartado de naturaleza muerta recoge cuadros que ‘enlazan con la mejor tradición de la pintura española y en los que aparecen principalmente flores y algunos bodegones con animales o frutas. Aunque minoritaria en la producción, también se muestra el testimonio de su pintura religiosa con representaciones de San Pablo o de la Virgen Dolorosa.
Enrique Zudaire (Pamplona, 1914-1984), residió en su niñez y juventud en Tafalla, donde trabajó como pintor, artesano y decorador, y tras participar en la guerra civil se instaló en Pamplona, donde se casó y tuvo un hijo. Pero en 1943 se marchó a Barcelona donde vivió y trabajó en torno al Real Círculo Artístico; trabajó para marchantes, pero no logró el reconocimiento a su labor. Y es en los últimos años cuando vuelve a su Navarra natal donde conoce al coleccionista y marchante Fernando Martínez y logró que su obra fuese valorada. Tras su fallecimiento se organizaron varias exposiciones; ahora el Ayuntamiento de Pamplona lo ha incluido en el ciclo de autores navarro, ya fallecidos, con esta exposición abierta en la sala Conde de Rodezno, abierta hasta el 21 de junio de 2014.
Las obras de Zudaire giran sobre cuatro temas; principalmente la figura humana y en menor medida paisajes, naturalezas muertas, así como iconos religiosos. Dedicó especial atención a la figura femenina ‘en interiores, intimistas, melancólicas, desdibujadas, resultan especiales, atrayentes y revelan la mano de un artista pintor muy dotado, con dominio de la técnica y trasmisor de auténtica belleza estética’. También destacan los autorretratos y retratos, en este caso predominantemente masculinos. En el segundo apartado está el paisaje, tanto el de su tierra natal al inicio de su trayectoria con ‘óleos muy alejados de lo que posteriormente será su pintura, obras muy desdibujadas, lineales y con escasas matizaciones’, como posteriormente el paisaje de Cataluña, con sus playas, rincones rurales o los puertos.
El apartado de naturaleza muerta recoge cuadros que ‘enlazan con la mejor tradición de la pintura española y en los que aparecen principalmente flores y algunos bodegones con animales o frutas. Aunque minoritaria en la producción, también se muestra el testimonio de su pintura religiosa con representaciones de San Pablo o de la Virgen Dolorosa.
Enrique Zudaire (Pamplona, 1914-1984), residió en su niñez y juventud en Tafalla, donde trabajó como pintor, artesano y decorador, y tras participar en la guerra civil se instaló en Pamplona, donde se casó y tuvo un hijo. Pero en 1943 se marchó a Barcelona donde vivió y trabajó en torno al Real Círculo Artístico; trabajó para marchantes, pero no logró el reconocimiento a su labor. Y es en los últimos años cuando vuelve a su Navarra natal donde conoce al coleccionista y marchante Fernando Martínez y logró que su obra fuese valorada. Tras su fallecimiento se organizaron varias exposiciones; ahora el Ayuntamiento de Pamplona lo ha incluido en el ciclo de autores navarro, ya fallecidos, con esta exposición abierta en la sala Conde de Rodezno, abierta hasta el 21 de junio de 2014.
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