HASTA EL 6 DE JUNIO DE 2014
‘Fragmentos no identificados’ de Carlota Cuesta en el Palacio Pimentel de Valladolid
La obra de Carlota Cuesta aparece como una cartografía en la que agrupa objetos simbólicos, y, a veces, como una instalación o escaparate de motivos simbólicos a modo de retablo de la memoria y de los sentimientos; ‘fragmentos no identificados’ de un yacimiento, expuesto en el Palacio Pimentel, de Valladolid, que acaba por manifestarse como fuente de reflexión. Obras como ‘Atisbos y certeza’, ‘Espacio intermedio’ o ‘La identidad de Euler’, realizadas con técnica mixta sobre madera, o ‘Tríptico de Maravillas’ o ‘Fosa oceánica’, verdaderos muestrarios de objetos simbólicos cuando no enigmáticos.
Esta artista madrileña, nieta del fotógrafo Amador e hija del dibujante Ismael Cuesta, se inició en el Museo de Reproducciones Artística y en la Escuela de Artes y Oficios, para seguir su formación en la de Bellas Artes de San Fernando, realizando prácticas en los talleres del Círculo de Bellas Artes; una primera etapa basada en la manipulación de materiales para trazar un discurso a compás de sus circunstancias profesionales, marcó su deriva. Sobre su esta muestra escribe la profesora Teresa Ortega Coca: ‘El collage aquí expuesto es muy especial. Sus materiales pueden ser objetos que la artista recogió, frecuentemente, en la orilla de ese mar, tan imponente y bravío como es el Océano que baña el ‘finisterrae’ en la costa gallega. También quizás sean fósiles de zonas abismales, restos de naufragios, maderas posiblemente de buques hundidos, hierros, cristales, huesos, caracolas rotas, cantos rodados, fragmentos aun no identificados, como vistos desde algún satélite y que esta artista acopla reunidos en una abstracción matérica informalista, sobre la que también podría haber dicho el gran crítico, escritor y poeta, Eduardo Cirlot: ‘la densidad es certidumbre y surge en la medida que la iconografía se disuelve’.
Lleva décadas en el oficio. Su obra ha sido galardonada en numerosos certámenes, ha participado en ferias de arte como ARCO, y se ha ido mostrando en colectivas e individuales abiertas en espacios españoles y extranjeros, estando representada en colecciones públicas y privadas. Su exposición ‘Fragmentos no identificados’, se muestra en el Palacio de Pimentel, de Valladolid, del 7 de mayo al 6 de junio de 2014.
Esta artista madrileña, nieta del fotógrafo Amador e hija del dibujante Ismael Cuesta, se inició en el Museo de Reproducciones Artística y en la Escuela de Artes y Oficios, para seguir su formación en la de Bellas Artes de San Fernando, realizando prácticas en los talleres del Círculo de Bellas Artes; una primera etapa basada en la manipulación de materiales para trazar un discurso a compás de sus circunstancias profesionales, marcó su deriva. Sobre su esta muestra escribe la profesora Teresa Ortega Coca: ‘El collage aquí expuesto es muy especial. Sus materiales pueden ser objetos que la artista recogió, frecuentemente, en la orilla de ese mar, tan imponente y bravío como es el Océano que baña el ‘finisterrae’ en la costa gallega. También quizás sean fósiles de zonas abismales, restos de naufragios, maderas posiblemente de buques hundidos, hierros, cristales, huesos, caracolas rotas, cantos rodados, fragmentos aun no identificados, como vistos desde algún satélite y que esta artista acopla reunidos en una abstracción matérica informalista, sobre la que también podría haber dicho el gran crítico, escritor y poeta, Eduardo Cirlot: ‘la densidad es certidumbre y surge en la medida que la iconografía se disuelve’.
Lleva décadas en el oficio. Su obra ha sido galardonada en numerosos certámenes, ha participado en ferias de arte como ARCO, y se ha ido mostrando en colectivas e individuales abiertas en espacios españoles y extranjeros, estando representada en colecciones públicas y privadas. Su exposición ‘Fragmentos no identificados’, se muestra en el Palacio de Pimentel, de Valladolid, del 7 de mayo al 6 de junio de 2014.
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