16 de agosto de 2014

La pintura no para en Ayamonte

La pintora Ana Feu. / J. L. R.
La pintora Ana Feu. / J. L. R.                                                http://www.diariodehuelva.es/
La recién clausurada exposición de Ana Feu da paso a una nueva muestra en la Casa Grande.

Ayamonte se ha convertido este verano en un hervidero cultural. Pintores consagrados, caminantes del pincel y el lienzo, arriesgados jugadores del color y la simetría o investigadores de las nuevas formas y concepciones pictóricas. Todos ellos, como una legión de conquistadores de la opinión experta o inocente, de los miles de visitantes que están acudiendo a cada galería ayamontina, luchan por mostrar lo mejor y más novedoso, lo reciente y en algunos casos, lo de siempre.
La última exposición se clausuró este jueves en la Sala de las Tinajas de la Casa Grande la muestra 'Es mi alma' de Ana Feu y este viernes inauguran Laura e Ignacio, hija y padre. Analizando la primera de ellas, por la sorpresa que ha causado, cabría destacar la mezcla de esta autora ayamontina, sevillana de adopción y con sangre hispana y lusa corriendo por sus venas. Ana Feu ha querido soltar amarras y mostrarse tal cual, con su alma al desnudo, porque su obra es un juego de luces y sombras, simetrías y colores y rincones de sus ciudades amadas, sin mirar hacía otros lados.
Sus ojos siempre han estado mirando hacía lo cercano, lo que siente suyo, esos espacios a los que dice pertenecer, esos lugares que hace suyos sean de Ayamonte, Sevilla e incluso Portugal. Y es que lleva muy dentro ese terruño materno de Moncarapacho. O esa casa que le inspira a los pies del mar en una zona tan natural como única, Cabezo. Quizás esa sea la razón de sentirse a mitad de camino, seguramente en medio de un rio que para unos hace de frontera y para otros de autovía.
Ha sido una suerte llegar a tiempo, casi cerraban la puerta, pero allí estaban como esperando para despedirse, esos lienzos repletos de vida, esos juegos imperfectos de óleo y acrílico, esa distribución estudiada de magentas, blancos o violetas, esa ausencia eterna de negro. Y es que Ana Feu cuando apenas el sol ha traspasado el horizonte, ya busca la solución en el lienzo en blanco, ya imagina la composición que le indique el camino nuevo. Y los lápices perfilan, los pinceles distribuyen el color y sus ojos iluminan de nuevo un proyecto que toma forma.
Ana Feu se va satisfecha. El público ha disfrutado y reconocido su trabajo. Ha sentido muy cerca el apoyo de cultura en la persona de su concejal y de sus técnicos. Ha vendido algunos de sus trabajos y eso es mucho. Y le han salido sin quererlo, nuevos proyectos a los que tendrá que hacer frente en octubre y noviembre. Huelva y Sevilla van a recibirla con los brazos abiertos. Ayamonte la verá de nuevo en el Paseo por el Arte.

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