24 de noviembre de 2015

Consejos para cuidar tus libros: conserva esos ejemplares

Sigue estos sencillos consejos para mantener en buen estado tue viejos y muy queridos ejemplares.
Si cuando saca un libro del estante se forma una nube de polvo, hay que actuar de inmediato.
Foto: DPA
Si bien hoy día muchas personas eligen leer e-books, no hay casi nadie que no cuente con un estante con libros en su casa. Una biblioteca es siempre un mueble de cierto prestigio: a fin de cuentas, muestra qué se lee. Y allí pueden encontrarse ejemplares muy queridos, algunos viejos y otros incluso antiguos que cumplen a la vez con funciones decorativas.
Sin embargo, los libros exigen ciertos cuidados. La mayor parte del daño que pueden sufrir no se debe al polvo, la luz del sol y los bichos, sino a un mal tratamiento y almacenamiento. Una de las principales reglas es: los libros necesitan espacio.

Si cuando saca un libro del estante se forma una nube de polvo, hay que actuar de inmediato.


Consejo 1: 
Los libros no deben estar muy apretados. Si bien deben poder apoyarse el uno en el otro, debería haber suficientemente espacio entre los ejemplares como para que sea fácil sacarlos del estante. El aire debe poder circular bien entre y detrás de los libros para que no se acumule humedad, lo que ocasiona daños. Por este motivo, también se recomienda que los libros se ordenen hacia el borde delantero del estante, no el posterior.
Consejo 2:
 No almacenar libros en el sótano. Con los libros, es importante que el aire no sea muy húmedo ni muy frío. Lo ideal es una temperatura ambiente media, como la que suele haber en salones de estar o habitaciones. En cambio, los ambientes húmedos, como los altillos o los sótanos, son veneno para los libros. Si se mojan, aparecen manchas y hongos. Por otra parte, quienes compran libros antiguos que estaban almacenados en altillos debe estar atentos a que no tengan gusanitos, ya que eso podría afectar a toda la biblioteca.
Consejo 3: 
Calefaccionar en invierno. Durante la época del frío invierno los ambientes en los que hay libros deberían estar calefaccionados para evitar que se forme moho y se aniden allí los piojos de los libros. Se trata de pequeños insectos sin alas, de entre 0,6 a 1,8 milímetros. La recomendación es revisar cada tanto los libros para verificar si tienen insectos. En caso de que sea así, hay que llamar a un especialista, sobre todo si los insectos se encuentran en colecciones valiosas. Si se actúa con impericia y se tratan los libros de manera equivocada, el daño puede terminar siendo mucho peor.
Katja Fischer
http://vidayestilo.terra.es/

No hay comentarios:

Publicar un comentario