16 de diciembre de 2015

25 artistas exponen cuadros que parecen fotografías ficticias

Marcin Cienski, By The Stove, 2012
Cuadro de 'mirada fotográfica' de Marcin Cienski (Courtesy of the artist and envoy enterprises © Marcin Cienski) 
Exposición colectiva en Nueva York de artistas plásticos contemporáneos sustentada en la idea de que la mirada fotográfica es 'un concepto, no un producto'.
Los pintores reunidos en 'Soy una mentira y soy de oro' opinan que los aparatos para tomar imágenes han enseñado a los humanos a 'mirar como una cámara'. El título de la muestra proviene de la canción 'Soy una foto' de la cantante ocasional Amanda Lear, musa de Dalí y 'celebrity' de los años setenta.
JOSE ÁNGEL GONZÁLEZ. 13.12.2015 - 08:14h Fotogalería 7 Fotos Pintores con mirada fotográfica En 1977, Amanda Lear, modelo, celebrity a tiempo completo, de dudosos orígenes geográficos, nunca del todo aclarado género sexual y amiga a ratos de Salvador Dalí, debutó como cantante con un álbum de música disco al que la historia ha concedido la gracia del olvido. El tema central era una cancioncilla mal resuelta en lo musical pero interesante como idea, digamos, literaria, I am a photograph, donde Lear habla con la voz de una fotografía: Soy una foto brillante / Surgida de la magia / De una Nikon automática / Quizá solamente un trozo de papel / Pero algunos piensan que algo más / Porque las fotos no se quejan / Ni sufren, ni aman. De la letra proviene el título de una sugestiva exposición, I'm a Lie and I'm Gold (Soy una mentira y soy de oro). Es una muestra colectiva de artistas plásticos que pintan como haciendo fotos, con la misma inmediatez, similar urgencia, encuadres exportados y sensibilidad automática. Los 25 pintores reunidos en la galería Yossi Milo de Nueva York hasta el 23 de enero coinciden en que sus obras son cuadros pero podrían ser fotografías ficticias. Prolongación sensorial Bajo la coordinación como comisario del alemán Marco Breuer, fotógrafo cuyas imágenes parecen cuadros y están gestadas con técnicas pictóricas, la muestra está basada en la certeza de que a estas alturas la fotografía es "un concepto, no un producto" y por tanto se ha convertido en un estado mental, una prolongación sensorial de los seres humanos: cada vez que miramos hacemos una foto. ¿Cómo ha influido en qué miramos y cómo miramos? En el centro de la colectiva aparece una pregunta, dicen los organizadores: "¿Cómo ha influido la fotografía en nuestra percepción, en qué miramos y cómo miramos?". Si la pionera del fotoperiodismo Dorothea Lange dijo que las cámaras son instrumentos que "enseñan a las personas cómo mirar sin una cámara", los promotores de I'm a Lie and I'm Gold se atreven a prolongar la opinión: "Quizá lo que realmente nos ha enseñado la cámara es a mirar como una cámara". 'Todo termina siendo una foto' Para los pintores presentes en la galería neoyorquina es una certidumbre que la "ubicuidad" de lo fotográfico ha tenido un "efecto ecualizador" y penetrante como consecuencia de cuyo poder "todo termina siendo una foto" en última instancia. "Cada experiencia, cada fracción de materia es tarde o temprano convertida en una fotografía, que después, desde luego, es compartida y usada como referencia", añaden. David Hockney dice que las fotos son 'la mirada paralizada de un cíclope' Artistas como el padre del impresionismo Claude Monet y el expresionista abstracto Gerhard Richter no solamente están influidos por la fotografía, sino que incluyeron imágenes de ellos mismos en sus obras, mientras que otros tienen relaciones más complejas y parecen pintar "contra la fotografía". El inglés David Hockney afirmó en una ocasión que las fotos "están bien si no te importa ver el mundo con la mirada de un cíclope, paralizada durante una fracción de segundo". La cámara como fetiche Muchos de los artistas presentes en la muestra tienen también "dudas" sobre el medio fotográfico, pero son conscientes de que es imposible escapar a la marea fotográfica. Algunos de los temas que subyacen en sus obras se refieren a la avalancha de imágenes de los medios de comunicación, la cámara como fetiche, la fotografía como traducción, la pieza única contra la copia y el registro fotográfico como ficción. No tienen reparos en mostrar la convivencia pacífica de medios Algunos de los participantes, como Arnold Helbling y sus estudios hiperrealistas en blanco y negro sobre construcciones y estructuras metálicas, y Marcin Cienski, que pinta a partir de imágenes fotográficas previas, no tienen reparos en mostrar la convivencia pacífica de medios. Otros, como Frank Selby, con murales que reclaman con orgullo, pese al realismo, la condición de obra plástica, y Natalie Frank, destrozan la imagen fotográfica, cortando y dando profundidad a las obras mediante capas superpuestas.



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