![[Img #23145]](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_siF0PgYQJsq_q8BBsbL8wK_dbSMh88RgImWDBXZe12jiHzEY_qE9VbCxzVOVD7yn9FCs0F_OAfNJEoZ63APEp8FZSFzcBjHjznNvGALK9LzNhrwf_vsSbLF9vBsQ=s0-d)
La exposición titulada ‘El último viaje de la fragata Mercedes’, organizada por Acción Cultural Española, el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Naval, recala en el Archivo de Indias, de Sevilla, tras pasar por Alicante, con los objetos recuperados de este pecio tras ser expoliado por la empresa ‘cazatesoros’ Odyssey hace varios años.
La muestra, comisariada por Carmen Marcos y Susana García Ramírez, agrupa 103 piezas de 17 prestadores diferentes, además de 21 documentos del Archivo de Indias con monedas y objetos rescatados, ofreciendo una información amplia sobre la fragata y su último viaje, al ser hundida por la armada inglesa en una acción confusa porque en aquel momento no había guerra entre los dos países; naufragio que causó la muerte a 275 tripulantes de los 323 de la nave; cuyo pecio fue expoliado el año 2007 en aguas atlánticas cercanas al sur de Portugal por la empresa estadounidense ‘Odyssey’, que desde el aeropuerto de Gibraltar se llevó a Florida un cargamento de monedas de oro y plata -más de 500.000- que la justicia estadounidense obligó a devolver a España, con otros objetos, a tenor de los acuerdos internacionales que salvaguardan patrimonios históricos.
En octubre de 1804, una flota real española formada por cuatro naves, entre ellas la ‘Mercedes’ partió de Montevideo con destino a Cádiz, pero cuando se aproximaba, fue interceptada por la flota británica que hundió a esta fragata protagonista de la exposición abierta en la sede del Archivo de Indias, de Sevilla, hasta el 26 de mayo de 2016.
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España analizará el proyecto colombiano sobre el galeón San José antes de emprender acciones
Lassalle saluda al ministro cubano de Cultura en La Habana - EFE
Lassalle afirma en La Habana que pedirá información detallada al gobierno colombiano antes de decidir las medidas a adoptar en la defensa del pecio español hallado en Cartagena de Indias porque era un buque de Estado.
El Gobierno de España solicitará al de Colombia «información precisa»sobre el hallazgo del galeón San José y la legislación en la que fundamenta la intervención sobre un pecio español, antes de decidir qué actuaciones adoptar en defensa de su patrimonio subacuático.
En declaraciones a Efe en La Habana, el secretario de Estado de Cultura español, José María Lasalle, apeló a la prudencia «en lo relativo a la relación bilateral especial» que su país mantiene con Colombia, pero recordó la «clara posición» de España en defensa de su patrimonio subacuático y la reserva a adoptar todas las medidas que considere adecuadas.
España analizará el contenido de la información que brinde Colombia para después decidir «qué actuaciones puede adoptar en defensa de lo que entendemos que es el patrimonio subacuático y el respeto a las convenciones de la Unesco con las que está comprometido nuestro país desde hace muchos años», indicó Lasalle.
Recordó que esas convenciones «han permitido la recuperación de un patrimonio tan importante como fue el de la fragata 'Mercedes' en el pleito mantenido con la empresa Odissey».
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó que el legendario galeón San José, buque español hundido en 1708 en cercanías de Cartagena de Indias con un cargamento de monedas de oro y plata, fue hallado al amanecer del pasado 27 de noviembre.
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El galeón San José no tiene asegurado su futuro
La buena, buenísima noticia, que sacudió ayer el mundo, es que un galeón español, un trozo de nuestra historia compartida con América, en este caso el galeón San José, ha sido localizado en aguas colombianas. Una historia que merece ser contada, pero no merece ser vendida. Porque ese será el dilema, desde que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, lo anunció anteanoche de un modo sensacional en Twitter. El San José era el galeón con el que todos los cazatesoros del mundo soñaron alguna vez para dar un pelotazo. Algunos estuvieron cerca de lograrlo y su presencia en aguas colombianas fue objeto de millonarios litigios y reformas en las leyes.
Hasta la última, aprobada en 2013, diseñada para hacer confluir los intereses de los cazatesoros y la legalidad. Que sea el Gobierno y no una empresa predadora quien arranque este proyecto es solo la parte buena de la historia. Porque después, en rueda de prensa desde la Base Naval de Cartagena de Indias, con la pompa del Estado, acompañado por los jefes militares, la ministra de Cultura, Mariana Garcés, y el director del ICANH, que dirigió las investigaciones, Ernesto Montenegro, el presidente arrojó alguna luz y también muchas sombras sobre el futuro del galeón, en las que su Gobierno se juega la buena imagen internacional.
Con entusiasmo y solemnidad, Santos comentó que el galeón ha sido identificado sin posibilidad de error, entre otras cosas por los cañones, fundidos expresamente para la capitana hundida en junio de 1708 tras un duro combate contra naves inglesas. En las fotos que se hicieron públicas durante su comparecencia, aparecen los cañones de bronce perfectamente conservados y con las asas en forma de delfín que los identifican como artillería de la Corona española. Al parecer el pecio está intacto, con la nave apoyada en un costado -no dijeron si el de babor o estribor- y por tanto con todo su contenido protegido, intacto, a la espera de los arqueólogos.
El discurso del presidente colombiano alardeó del gran nivel científico que hay que otorgar, sin duda, al ICANH y de la tecnología empleada en esta búsqueda con ayuda de la Armada colombiana, que según su relato terminó en hallazgo en el amanecer del pasado viernes 27 de noviembre, «día de la Virgen de los Milagros, a la que mi familia tiene tanta devoción». Pero lo que no se aclaró es en qué grado el equipo fue asistido por un contratista privado, detalle que el presidente ha mantenido fuera de los focos.
Santos llenó su alocución de términos tranquilizadores como «protección del patrimonio», «prioridades científicas» y «política de patrimonio cultural subacuático», pero lo cierto es que su discurso arrojó inquietantes sombras sobre el futuro de este hallazgo.
Falta de datos
Lo primero que llama la atención es que toda la comparecencia fue muy parca en datos, cuando uno de los primeros estándares científicos es compartir el conocimiento. Así, Santos y su equipo relataron que se han hallado con el sónar miles de anomalías, y solo 30 fueron catalogadas como de origen antrópico, es decir, cultural; que se estudiaron 5 naufragios de varias épocas, uno de los cuales es el San José.
El programa del proyecto tiene ahora que comprobar científicamente la identidad con los medios que la arqueología pone al alcance. En las fotos se veían, además de cañones, trozos del casco de madera de la nave capitana, más algunas de los cientos de tinajas de cerámica y porcelana, y frascos de cristal, los pertrechos que usaba la tripulación, esparcidos sobre el yacimiento. Todos sumergidos hace 307 años en medio de una batalla y un pavoroso incendio que acabó en explosión. Allá fueron ajuares y sueños de 600 compatriotas, españoles de la península y de América, en una balumba de objetos que han dormido en paz hasta ahora. Y si se excava los objetos serán miles.
Una vez anunciada la intervención, el pecio será excavado, según dijo Santos. No dio el lugar exacto -algo comprensible sabiendo que su carga es un tesoro legendario-, pero ni siquiera se aportó la profundidad a la que ha sido encontrado -lo que ya no se entiende tanto, porque de ella depende el desarrollo de la excavación-. Todo será secreto de Estado, el presidente pidió apoyo y fe en ello a los colombianos.
Santos volvió a insistir en que el yacimiento solo lo van a tocar científicos de altura para tener todas las garantías. El presidente no ahorró en retórica nacional en su discurso, invocando la importancia del hallazgo. Y fue aplaudido en varias ocasiones, sobre todo al anunciar que Cartagena tendrá un museo donde permanecerá parte de lo que se rescate. Implícita alusión a la nueva ley colombiana de patrimonio, de 2013, que es el verdadero caballo de batalla tras el San José, porque permite contratar a empresas cazatesoros y pagarles con la carga, eliminando por ley el carácter cultural de los bienes repetidos con valor comercial: es decir que Colombia puede quedarse con unas monedas y lingotes como ejemplo, dejando para los cazatesoros el resto de objetos «repetidos». El debate está servido. La historia que merece ser contada, será probablemente puesta a la venta. Los cazatesoros han celebrado la puesta en marcha de la ley y han inspirado sus principios, como ya demostró ABC.
Pero la mayor de las sombras cayó sobre este proyecto cuando el presidente evitó decir quién será el socio del Gobierno en esta aventura científica.La ciencia es transparencia y esa actitud lo sitúa en las antípodas. Solo dijo que se han descartado algunas empresas de cazatesoros (solo con nombrar que se lo hayan planteado con compañías del ramo pone a los arqueólogos los pelos de punta) y que han contratado a quien podía ofrecer mayor experiencia y el máximo nivel tecnológico. Las que tienen experiencia en pecios de origen hispánico son, casi sin excepción, empresas de cazatesoros, desgraciadamente. Santos no enseñó sus cartas.
Un técnico del Titanic
Para espantar esa sombra y completar con algunos datos semiocultos, Santos dijo, eso sí, que ha participado un experto del Titanic y ABC ha podido saber que Andrew J. Sherrell, un reputado técnico de sónar, tal vez el mejor del mundo, ha estado en relación con la exploración, según fuentes arqueológicas americanas. Santos no repara en gastos en este asunto y por ello, previamente, dio su apoyo e impulso personal a la ley de 2013 que hará posible la venta de lo excavado.
El anuncio tiene sabor amargo para España, donde no hemos sido capaces aún de excavar un solo galeón o navío de la carrera de Indias. España apuesta por la cooperación internacional con México y otros países para excavar galeones en el futuro inmediato, pero siempre con el mayor estándar científico y según los criterios de Unesco. Colombia no ha sido leal, ni avisó del hallazgo. En su reciente visita a Madrid, Santos eliminó este tema de la agenda, según comprobó ayer ABC de fuentes políticas españolas.
El presidente Santos confesó que han utilizado archivos españoles en la búsqueda del San José, pero que pedirán ayuda a instituciones como Smithsonian o empresas noruegas, lo cual supone un desprecio expreso al papel de Unesco como garante de la protección del patrimonio y a España como país de bandera del buque de Estado. Colombia ha movido una ficha arriesgada. Su imagen puede quedar teñida con el dudoso prestigio de los cazatesoros.
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Santos presenta el hallazgo del galeón San José y declara secreta la información sobre «este asunto de Estado»
El presidente colombiano afirma que el pecio de patrimonio colombiano y de la humanidad y promete «los más altos estándares científicos en su excavación»
JESÚS GARCÍA CALERO - CALEROJEMadrid
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, desveló esta mañana desde la base naval de Cartagena de Indias algunos detalles del hallazgo del galeón San José, hundido en 1708 frente a las costas de la ciudad.
Acompañado por algunos miembros del equipo y por la ministra de Cultura, el presidente Santos actuó casi como un periodista preguntando reiteradamente detalles del hallazgo a sus interlocutores en el estrado.
En respuesta a sus preguntas, el director del ICANH, Ernesto Montenegro, explicó que la identificación del navío que posible por «la presencia de cañones de bronce fundidos especialmente para el galeón».
Lo cierto es que, aunque haya prometido información puntual sobre los avances del proyecto, ha asegurado que somete a la ley este caso como asunto de Estado y solo él y pocos más podrán dar información al mundo.
En la pantalla se proyectaron algunas fotografías tomadas en el fondo en las que se aprecia un gran número de cañones de bronce inequívocamente de la Corona española, con sus asas en forma de delfín, además de vasijas de cerámica, porcelana y frascos de cristal, así como restos de armas como empuñaduras de espada y otros detalles que pertenecieron a los náufragos. Según Santos, el pecio es «patrimonio de todos los colombianos y protegerlo debe ser un propósito nacional». Además reiteró que «la información sobre este extraordinario hallazgo se encuentra sometida a reservas de ley por muchos motivos».
El presidente realizó la siguiente declaración : «Me siento muy complacido, como Jefe de Estado, de informarles que, sin lugar a dudas, hemos encontrado, 307 años después de su hundimiento, el Galeón San José. Al respecto quiero comunicarles lo siguiente: Ha sido interés de este gobierno el desarrollo de una política de investigación en Patrimonio cultural sumergido que esté a la altura de las más grandes en el mundo, en el marco de la ley que empezamos a trabajar desde el primer día de nuestro mandato, y que promovimos ante el Congreso de la República en el año 2013».
«Al efecto, bajo la dirección general del Ministerio de Cultura, la dirección científica del Instituto Colombiano de Antropología e Historia – ICANH, y con la colaboración directa de la Dirección General Marítima – DIMAR, nos hemos propuesto identificar y proteger el Patrimonio cultural sumergido en Colombia. Desde el 2013 se han realizado todos los esfuerzos necesarios para que estepatrimonio sea reconocido, en beneficio de todos los colombianos y de la humanidad».
«La investigación científica que se ha realizado a partir de estudioscartográficos, meteorológicos e históricos, desconocidos en Colombia, y la más alta tecnología disponible a nivel mundial, ha alcanzado muy significativos logros. Es así como se han podido encontrar varios naufragios en el lecho marino.»
«Al amanecer del pasado viernes 27 de noviembre, día de la Virgen de la Milagrosa, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, con el concurso de la Armada Nacional y de científicos internacionales, halló en inmediaciones de la Costa Caribe colombiana, un yacimiento arqueológico que corresponde a la Nave Capitana Galeón San José.»
«Es un acontecimiento de la ciencia que nos recuerda que la historia colombiana está constituida por eventos de muy distintas épocas, protagonizados por miles de personas que hacen parte de la memoria nacional. Hoy rendimos homenaje a los seiscientos navegantes que fallecieron al momento del hundimiento del Galeón San José.»
«Quiero agradecer públicamente a la señora Ministra de Cultura, al director del ICANH, a la DIMAR, a los miembros de la Comisión de Antigüedades Náufragas y a las entidades y a los científicos, nacionales e internacionales, que han colaborado con el Gobierno en este esfuerzo, que constituye uno de los más grandes hallazgos e identificaciones de patrimonio sumergido en la historia de la humanidad.»
«El Gobierno colombiano continuará su proceso de investigación, exploración y protección del patrimonio cultural sumergido, de acuerdo con la normativa vigente y las políticas públicas del Estado Colombiano.»
«La información relativa al hallazgo se encuentra sometida a reserva de ley y por tratarse de un asunto de Estado, el Presidente de la República será el único funcionario competente para referirse al mismo»
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EL TESORO DE LA FRAGATA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES SE EXPONE EN MADRID
El Museo Arqueológico Nacional presenta en una exposición temporal el tesoro recuperado de la Fragata Nuestra Señora de las Mercedes que descansaba en el fondo del mar desde hace más de dos siglos y que fue recuperado por la empresa cazatesoros Odissey en 2007.
El 5 de octubre de 1804 una flota española bajo el mando de José Bustamante regresaba de Montevideo con un cargamento de oro y plata, estaño, cubriendo la ruta comercial entre las colonias españolas de América y España cuando fue atacada por una flota inglesa al sur de la costa del Algarve.
La Fragata Nuestra Señora de las Mercedes al mando de José Manuel de Goicoa y Labart explosionó y se hundió repentinamente frente al cabo de Santa María en una batalla naval conocida como La Batalla del Cabo de Santa María. Doscientas sesenta y tres personas perdieron la vida y se hundieron en el fondo del mar junto con el resto de cargamento y monedas.
A pesar de existir la paz entre el Reino Unido y España, la fragata HMS Amphion perteneciente al grupo de cuatro fragatas inglesas al mando de Sir Graham Moore destruyó la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y apresaron al resto de las fragatas españolas Medea, Clara y Fama, conduciéndolas detenidas hasta Gran Bretaña. Los ingleses trataban de impedir que las monedas del cargamento español pudiesen llegar a manos de los ejércitos de Napoleón, su enemigo más temido.
Este acontecimiento, tuvo como consecuencia la declaración de guerra de España a Inglaterra en diciembre de ese mismo año y fue el preludio de la Batalla de Trafalgar.
El 18 de mayo de 2007 la empresa norteamericana Odyssey anunció el mayor hallazgo de monedas jamás encontrado. Más de medio millón de monedas de oro y plata (17.000 kilos de oro y plata) acuñadas en Perú a finales del siglo XVIII fueron llevadas en secreto y de forma ilícita hasta los Estados Unidos expoliando parte del cargamento de la Fragata Nuestra Señora de las Mercedes que descansaban en el Golfo de Cádiz a 1.500 metros de profundidad.
España, sospechando que se trataba de un buque español presentó una demanda judicial en Estados Unidos reconociendo sus derechos sobre los bienes culturales y exigiendo ser devueltos. Una batalla legal da comienzo por el Ministerio de Cultura para salvaguardar el Patrimonio Cultural Subacuático Español.
El 22 de diciembre de 2009, el Tribunal Federal en Estados Unidos en Tampa señala que España había presentado pruebas “contundentes y ciertas”, al mismo tiempo que reafirma los derechos de España sobre la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y sobre todos los objetos materiales que fueron ilegalmente sustraídos por la empresa Odissey del lugar donde yace. Y añade que, indiscutiblemente, es un barco de la Armada Española y que la fragata, la carga y los restos humanos son patrimonio español.
El 31 de enero de 2012, la corte suprema de Estados Unidos desestimó el último recurso de la empresa Odyssey dando la razón a España. El cargamento de monedas de la Fragata Nuestra Señora de las Mercedes regresaba 208 años después a España completando lo que fue su último viaje.
Ahora, bajo el nombre de “El último viaje de la Fragata Mercedes, la razón frente al expolio”se puede ver en Madrid hasta el 30 de Noviembre las monedas y objetos encontrados, recordándonos parte de nuestra historia. A partir del 30 de noviembre la exposición vuelve a trasladarse desde el Museo Arqueológico Nacional a Cartagena, donde se instalará de manera permanente en el Museo Nacional de Arqueología Submarina Arqua.
Hoy España exhibe con orgullo este tesoro expoliado por la empresa Odissey pero que paradójicamente de no ser por ellos, probablemente los restos de la fragata Nuestra señora de las Mercedes nunca habrían abandonado el fondo del mar. El Ministerio de Cultura tiene el conocimiento de multitud de buques hundidos en aguas españolas durante el comercio marítimo de los siglos XVI y XIX pero no se excavan por no asumir la inversión necesaria en este tipo de búsqueda y rescates de arqueología submarina.
La fragata Nuestra Señora de las Mercedes era una fragata de guerra, propiedad de la Armada Española con un porte de 38 cañones. Fue construida en el Real Astillero de la Habana en 1788. Tenía una eslora de 161 pies y una manga de 41 pies.
http://sailandtrip.com/
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Del 10 de marzo al 20 de septiembre de 2015.jpg) El MARQ acoge El último viaje de la Fragata Mercedes, una magnífica exposición centrada en la epopeya del famoso buque español que, sin declaración previa de guerra, fue hundido por la armada británica el 5 de octubre de 1804, cuando se encontraba a sólo una jornada de navegación de Cádiz, donde debía entregar los bienes de la Real Hacienda que transportaba desde el Virreinato del Perú. Dos siglos después, en el año 2007, su preciado cargamento fue extraído ilegalmente del fondo marino por una empresa “cazatesoros”, pero tras un largo y duro litigio el Gobierno de España hizo valer sus derechos y logró recuperar este legado, hace ahora tres años.
Partiendo de las monedas y de los restantes objetos arqueológicos recuperados, la exposición centra El último viaje de la fragata Mercedes en el marco de la historia común de España y América, donde narra la actuación de sus protagonistas, la situación de la Real Armada y de su oponente británica, la labor científica de los marinos españoles, los avances en la construcción naval, la huella que el suceso dejó en los archivos, los libros, el arte… Además, con la batalla legal emprendida por el Gobierno de España como telón de fondo, incide en la importancia de promover la defensa y salvaguarda del Patrimonio Cultural Subacuático.
La muestra, exhibida en las tres salas dedicadas a exposiciones temporales, comienza su recorrido revelando Un mundo en guerra. Europa y América hacia 1800, espacio dedicado a la presentación del viaje de la fragata y a los principales protagonistas del suceso. En el segundo ámbito, La fragata Nuestra Señora de las Mercedes, el discurso profundiza en su construcción naval y dirige su atención al desarrollo del combate y a las terribles consecuencias políticas y personales que provocó el hundimiento. Para finalizar, El tesoro como objeto da a conocer la historia irrecuperable tras el expolio, las consecuencias de la destrucción de un yacimiento arqueológico y la necesidad de defender el Patrimonio Arqueológico Subacuático.
El último viaje de la Fragata Mercedes es mucho más que la presentación de un “tesoro”: sitúa los hechos en un momento crítico de la Historia de España, de Europa y de América mediante un conjunto de obras de gran relevancia escasamente exhibidas hasta ahora. Además de las más de 30.000 monedas conservadas en el ARQUA, el MARQ exhibe piezas tan sobresalientes como los retratos de Carlos IV y María Luisa de Parma pintados por Goya, pertenecientes a la colección Altadis; un modelo de la Mercedes que reproduce los procedimientos seguidos en el astillero de La Habana, donde fue construida; una gran bandera naval de más de 24m2 que participó en Trafalgar; o una serie de documentos trascendentales, como el Tratado de la paz de Amiens, prestado por el Ministerio de Asuntos Exteriores español, y el oficio firmado por el primer ministro Manuel Godoy, conservado en el Archivo General de la Marina, que dio origen al último viaje de la fragata Mercedes.
http://www.marqalicante.com/
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