Una visitante de la exposición, ante una de las obras que pueden verse en Boadilla. EL PAÍS
Cuando se oye hablar de los museos de Qatar, casi siempre es porque el récord en alguna subasta (Un gauguin por 300 millones de dólares, un cezánnepor 250…) ha sido pagado por la Autoridad de Museos del país, extremo que sus responsables nunca confirman ni desmienten. Pero este pequeño y riquísimo estado del Golfo Pérsico de unos dos millones de habitantes es también el mayor coleccionista de arte árabe contemporáneo. Una importante selección de 160 obras firmadas por 34 artistas se puede ver hasta el 19 de junio en la Sala de Arte del Banco de Santander en la localidad madrileña de Boadilla del Monte.
Comisariada por el historiador y director del museo Mathaf, Abdellah Karroum, la exposición cuenta con obras de artistas como Etel Adnan, Mona Hatoum, Hassan Sharif, Faraj Daham, Shirin Neshat, Wael Shawky, Youssef Nabil y Ghada; los chinos Yan Pen Ming y Cai Guo-Qiang, y un óleo del surrealista belga René Magritte, Sherezade (1947). Entre los países de origen de los artistas predominan los nacidos en Marruecos, Egipto, Líbano, Argelia, Irak, Kuwait y Qatar. El recorrido arranca con la instalación Suspendidas juntas, de Manal AlDowayan (1973, Dhahran, Arabia Saudí). La artista ha esculpido decenas de palomas que sobrevuelan al espectador, recreando el terrible problema que sufren las mujeres en el país de origen de la artista.
El comisario asegura que ha tratado de recoger la diversidad de miradas que pueblan los distintos lugares y contextos sociopolíticos del mundo árabe. De esa variedad trata una de las piezas más impactantes de la exposición. Se titulaPrimavera Invierno Verano Otoño: identidad de la modernidad, y está firmada por pintor francochino Yan Pei-Ming (Shanghai, 1960), un conjunto de 44 grandes retratos de políticos, intelectuales, artistas, músicos y deportistas con influencia en la comunidad árabe, entre ellos el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane.
¿En qué medida las primaveras árabes han influido en la obra de estos artistas? El comisario prefiere no señalar momentos determinados de la historia reciente en la región. “La exposición es una invitación a volver a mirar con ojos limpios y a repensar la relación entre las historias y comprender el mundo actual”. Con todo, el tema ha sido abordado por varios de los artistas presentes en la exposición. Una de ellos es la iraní residente en Nueva York Shirin Neshat, quien en Nuestra casa está en llamas recrea la historia reciente de Egipto con unas fotos en que manifiesta sus dudas sobre cómo la violencia y la muerte son medios válidos para conseguir la justicia, el amor y la libertad. La egipcia Amal Kenawy aportaLas multitudes silenciosas, peculiar escultura creada con más de cien bombonas azules de gas que evocan a las multitudes de ciudadanos, encolerizados y preparados para rebelarse.
Las mujeres artistas árabes pioneras en el mundo contemporáneo ocupan uno de los espacios principales. El comisario ha elegido obras de la libanesa Etel Adnan, la argelina Baya Mahieddine y la egipcia Inji Efflatoun. Las tres cuentan con una obra comprometida en la que hablan de temas cotidianos con un lenguaje inmerso dentro de las grandes tendencias internacionales del siglo XX.
Comisariada por el historiador y director del museo Mathaf, Abdellah Karroum, la exposición cuenta con obras de artistas como Etel Adnan, Mona Hatoum, Hassan Sharif, Faraj Daham, Shirin Neshat, Wael Shawky, Youssef Nabil y Ghada; los chinos Yan Pen Ming y Cai Guo-Qiang, y un óleo del surrealista belga René Magritte, Sherezade (1947). Entre los países de origen de los artistas predominan los nacidos en Marruecos, Egipto, Líbano, Argelia, Irak, Kuwait y Qatar. El recorrido arranca con la instalación Suspendidas juntas, de Manal AlDowayan (1973, Dhahran, Arabia Saudí). La artista ha esculpido decenas de palomas que sobrevuelan al espectador, recreando el terrible problema que sufren las mujeres en el país de origen de la artista.
El comisario asegura que ha tratado de recoger la diversidad de miradas que pueblan los distintos lugares y contextos sociopolíticos del mundo árabe. De esa variedad trata una de las piezas más impactantes de la exposición. Se titulaPrimavera Invierno Verano Otoño: identidad de la modernidad, y está firmada por pintor francochino Yan Pei-Ming (Shanghai, 1960), un conjunto de 44 grandes retratos de políticos, intelectuales, artistas, músicos y deportistas con influencia en la comunidad árabe, entre ellos el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane.
¿En qué medida las primaveras árabes han influido en la obra de estos artistas? El comisario prefiere no señalar momentos determinados de la historia reciente en la región. “La exposición es una invitación a volver a mirar con ojos limpios y a repensar la relación entre las historias y comprender el mundo actual”. Con todo, el tema ha sido abordado por varios de los artistas presentes en la exposición. Una de ellos es la iraní residente en Nueva York Shirin Neshat, quien en Nuestra casa está en llamas recrea la historia reciente de Egipto con unas fotos en que manifiesta sus dudas sobre cómo la violencia y la muerte son medios válidos para conseguir la justicia, el amor y la libertad. La egipcia Amal Kenawy aportaLas multitudes silenciosas, peculiar escultura creada con más de cien bombonas azules de gas que evocan a las multitudes de ciudadanos, encolerizados y preparados para rebelarse.
Las mujeres artistas árabes pioneras en el mundo contemporáneo ocupan uno de los espacios principales. El comisario ha elegido obras de la libanesa Etel Adnan, la argelina Baya Mahieddine y la egipcia Inji Efflatoun. Las tres cuentan con una obra comprometida en la que hablan de temas cotidianos con un lenguaje inmerso dentro de las grandes tendencias internacionales del siglo XX.
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