Marta Osorio, actriz y escritora, en su casa de Granada en 2012. MIGUEL SANTOS
Había nacido como Josefina Garrido, un 29 febrero del año bisiesto de 1924 en Granada. Esa circunstancia le hizo quizá vivir una historia sorprendente, casi mágica.
En el mundo lorquiano se la conocía como Marta Osorio, la heredera de una maleta cargada de información sobre los últimos días de Federico García Lorca. Marta, fallecida el pasado 3 de agosto, siempre quiso ser actriz y en 1955 estaba ensayando su papel de alcahueta en la versión de Martín Recuerda de La Celestina cuando aparecieron por allí el dramaturgo americano William Layton y Agustín Penón. Con ellos mantuvo una profunda amistad, tanto es así que cuando el gobernador civil y el obispo de Granada prohibieron la representación de la obra y amenazaron con excomulgar a la joven actriz, esta abandonó la ciudad y se refugió en Madrid queriendo dedicarse a la interpretación. Pero los avatares de la vida la llevaron a ser escritora de éxito de literatura infantil. Siempre al amparo de Layton, siempre amiga de Penón.
Agustín Penón era un español nacionalizado norteamericano hijo del exilio, había venido a España en 1955 y durante casi dos años permaneció en Granada investigando la muerte de García Lorca, las circunstancias en que se produjo, quién o quiénes fueros sus verdugos y el lugar donde reposaba el poeta. Durante dos años, hizo una investigación exhaustiva en la que empleó todo su tiempo y su fortuna. Entrevistó a todos los supervivientes que habían vivido de una forma u otra la muerte del poeta, como los falangistas Rosales, los enterradores, amigos, posibles testigos... todo lo fue investigando en plena dictadura, sabiéndose vigilado por la policía y gastando dinero en copas y juergas noctámbulas para que alguien le contara la verdad. Agustín Penón fue quien descubrió la partida de defunción del poeta, en la que se informaba de que había muerto por heridas de guerra cerca de Víznar. También fue quien señaló los olivos donde podían esconder sus restos, los lugares que se investigan desde entonces buscando su cuerpo. Y también fue el primero que entrevistó a Ramón Ruiz Alonso, el miembro de la ultraderechista CEDA que detuvo al poeta.
Casi dos años de investigación que Penón escondió en una maleta con la que huyó de España en septiembre de 1956, sintiéndose perseguido por la policía franquista, con la intención de escribir un libro que nunca hizo.
En 1976, Agustín Penón se suicidó en Costa Rica. Pero antes de morir envió su maleta a William Layton, quien la tuvo escondida debajo de su cama hasta que hizo partícipe de su contenido al hispanista Ian Gibson. A cambio, el mayor biógrafo del poeta escribió un pequeño libro sobre la búsqueda de Lorca, hoy descatalogado. Finalmente, poco antes de morir, William Layton depositó la maleta en manos de Marta Osorio, que dedicó más de catorce años a trabajar con la documentación hasta escribir un emocionante libro, Miedo, olvido, fantasía. Agustín Penón, crónica de una investigación sobre Federico García Lorca, editado en Comares.
Es un libro exquisito, poderoso, casi una novela policiaca en la que Agustín Penón / Marta Osorio, nunca se sabrá a quién pertenece cada párrafo, vuelcan todo el amor por Federico, su desesperación porque se conozca la verdad. A lo largo de sus más de 500 páginas, la obra destila miedo, represión, la oscuridad que se vive en la Granada de la guerra y de la posguerra. Luego, Marta publicó El enigma de una muerte, también en Comares. En esta obra nos enseña la intensa relación que mantuvo Penón con la gráfica Emilia Llanos, amiga de García Lorca a la que conoció durante su estancia en la ciudad andaluza y con quien mantuvo una apasionada correspondencia hasta su muerte. Con estos dos libros, Marta Osorio hizo público el trabajo que Penón fue incapaz de terminar.
Isabel M. Reverte es periodista y amiga de Marta Osorio
http://cultura.elpais.com/
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