La memoria es junto con el entendimiento, la imaginativa, la reminiscencia y el sentido común, una de las cinco potencias del alma. La memoria en nuestro Quijote le favoreció además del olvido de sus obligaciones.
Una vez inmerso en su locura la memoria caballeresca se apoderó de su fantasía transformando las invenciones literarias en verdaderas y de mucho peso.
La imaginativa del nuestro personaje llega a inventar a su propia amada y su propio amor hacia ella.
Dicho esto podemos decir que sin la memoria y sin la imitación, esencia de toda poesía, no tendrían sentido ni los juegos de Dorotea-Micomicona ni la farsa que representan ante el héroe. A si que yo… tengo mala memoria, si queridos compañeros del Face, tengo mala memoria lo cual siempre será una ventaja como así la tuvo el señor Quijano, una sumible ventaja que consiste en gozar muchas veces con las mismas cosas.¿Verdad?
Un saludo a todos.
Luis Moll.
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