29 de junio de 2014

La fabricación y mezcla del color:

 un reto eterno para los pintores

'The Virgin in Prayer', 1640-50

La Galería Nacional de Londres hace un novedoso acercamiento al color, los pigmentos y los materiales empleados a lo largo de la historia para producirlo. La muestra analiza el origen de la materia prima, su creación y aplicación, la permanencia de los tonos y los efectos que causan... Con una selección de obras del renacimiento temprano al impresionismo, el museo repasa la historia del arte europeo desde una perspectiva científica.

HELENA CELDRÁN. 28.06.2014 - 09:17h Fotogalería 7 Fotos Una historia del arte vista desde el color Frente a una imponente colección de cuadros de artistas del renacimiento temprano hasta el impresionismo, la mente se maravilla ante la capacidad del pintor italiano barroco Sassoferrato para reproducir los pliegos de la ropa, la imaginativa composición de una escena de Degas en la que una dama se deja peinar por su criada, el juguetón y todavía incipiente sentido de la perspectiva de Botticelli situando en el centro a un gran San Francisco de Asís rodeado por ángeles o demasiado pequeños o demasiado lejos del santo. El gran elemento silencioso es el color, el pigmento en el que el pintor trabajó —en muchos casos tras una ardua investigación por su cuenta— para transmitir justo lo que él quería expresar. Nuestro cerebro interpreta los tonos para que disfrutemos de ellos, el proceso es tan natural que olvidamos injustamente el logro que reside en crear un color y no otro, utilizar los minerales de la tierra para fabricarlos, encontrar un equilibrio casi místico en cada mezcla. Anunciada como "la primera exposición de su clase en el Reino Unido", Making Colour (Creando el color), en la Galería Nacional de Londres hasta el 7 de septiembre, abre los ojos al espectador acercándose a la extensa variedad de materiales empleados para producir el color en pinturas y otras obras de arte. Con una depurada selección de ejemplos de la colección del museo y de otras instituciones culturales británicas, la muestra traza la historia de la creación del color en la pintura occidental desde el renacimiento temprano hasta el impresionismo. Salas temáticas para el bermellón, el azul cobalto, el viridián... El origen de la materia prima —ya sea extraida de la naturaleza o un invento del ser humano—, fabricación y aplicación, la permanencia de los tonos y los efectos que causan... El arte y la ciencia se unen para explicar cómo los artistas han superado a lo largo de la historia del arte los retos técnicos. El departamento científico de la Galería Nacional de Londres aprovecha su reconocimiento internacional en materias relacionadas con el análisis de los componentes del color y los especialistas del centro afrontan desde múltiples perspectivas las dificultades de los autores para crear trabajos que fueran bellos y también duraderos. En la división del espectro del color, Newton se basó en lo que percibía el ojoLas teorías del color influyeron en el modo en que los autores eligieron la paleta que contendrían sus obras. Isaac Newton dividió en 1671 el espectro del color en siete tonos basándose en la región del espectro electromagnético que el ojo humano puede percibir, por supuesto, eso influyó de manera decisiva en el arte de los siguientes siglos. El recorrido cuenta con salas temáticas dedicadas a los colores básicos: del lapislázuli al azul cobalto, del bermellón (que se obtenía pulverizando el cinabrio, un mineral con un alto porcentaje de mercurio) al también tóxico rojo de cadmio descubierto en el siglo XIX, el naranja, el amarillo, el morado, el venenoso verdín (formado sobre el cobre, el bronce o el latón) y el viridián que tanto gustaba a Van Gogh. El espacio de honor, en la sala central, está dedicado al oro y a la plata, metales imprescindibles desde los ejemplos más tempranos de la pintura europea a pesar de que no sean colores en sí. Un castillo 'coloreado' por el cerebro Una caja de pinturas del maestro inglés J.M.W. Turner, figuras de lapislázuli procedentes del Museo Británico, Lavacourt bajo la nieve de Monet, fragmentos de un antiguo brocado de terciopelo carmesí o San Jerónimo y San Juan Bautista del genial renacentista temprano Masaccio... Junto a la selección de clásicos, el museo también ofrece acercamientos más analíticos para que el espectador ponga a prueba su capacidad de interpretar los colores. El espectador ve el castillo a colores cuando la imagen es en blanco y negroEn un audiovisual, se invita al público a contemplar imágenes infrarrojas de un paisaje con un castillo y luego a mirar a un punto para después observar otra foto del mismo castillo. El espectador verá a color la construcción, cuando en realidad la imagen es en blanco y negro: la ilusión óptica es una prueba de que nuestro cerebro es incluso capaz de proporcionar colores a una imagen cuando no los tiene.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2178057/0/color-fabricacion-mezcla/pintura/exposicion/#xtor=AD-15&xts=467263

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