7 de marzo de 2016

«El Año Greco ha demostrado que Toledo sabe ser una Capital Europea de la Cultura»

Marañón:
El Año Greco dejó a Toledo 368 millones de euros, es decir, un millón por día. ¿Alguna vez durante los años de preparativos pensó que pudiera ser posible?
Desde el principio concebimos un proyecto de excelencia, con unos objetivos muy ambiciosos. Por supuesto, siempre creí que si nos esforzábamos lo conseguiríamos, fueran cuales fueran las circunstancias. Mi confianza en el poder de la voluntad es una constante en mi vida.

El día que se disolvió la Fundación aseguró que el Año Greco no podía desaparecer; que tenía que trascender ¿Cree que ha pasado lo primero o lo segundo?
Los efectos del Greco siguen perviviendo en la ciudad y, en general, en el mundo de la cultura. Recientemente se ha presentado en el Museo del Prado el libro de Carmen Garrido sobre la técnica del Greco, que constituye una aportación fundamental para el conocimiento del artista. Leticia Ruiz está terminando de preparar el catálogo razonado de la obra del Greco que inició Álvarez Lopera, que espero ver publicado dentro de un año. Tenemos un equipo de documentalistas investigando en archivos y bibliotecas españolas e italianas en búsqueda y revisión de documentos relacionados con el Greco. Son ejemplos de iniciativas que hemos dejado sembradas y que han tenido su continuidad, al igual que está sucediendo con el Festival de Música El Greco en Toledo. El resto queda en manos de las administraciones públicas y de la sociedad civil.
 
¿Cree que el Festival de Música que la Fundación patrocinó el año pasado, ya acabado el año Greco, tendrá continuidad?
Siempre recuerdo que Toledo tuvo hasta finales de los años 70 unas ‘Decenas Musicales’, que eran un Festival equiparable al de Granada, con proyección y prestigio internacional. El Festival del Greco, que este año volverá a celebrarse gracias a la financiación que dejamos asignado al disolver la Fundación, debería poder consolidarse en 2017 si lo apoyan decididamente las Administraciones Públicas y la sociedad civil. La Real Fundación de Toledo está en ello, y las impresiones que tengo de la Junta y el Ayuntamiento son alentadoras. Estoy convencido de que para la ciudad sería muy conveniente.
 
¿Faltan en Toledo gestores culturales capacitados para poner en marcha o dar continuidad este tipo de eventos o es un problema político?
Tenemos excelentes profesionales de la gestión cultural. Lo que se precisa es establecer una política cultural con mayúsculas que fije bien los objetivos y facilite los medios para realizarlos, y no me refiero sólo a las aportaciones económicas.
 
La Fundación tiene a gala que la inmensa mayoría de los fondos que logró vinieron de empresas. ¿Eso dice mucho de la sociedad civil o poco de las instituciones?
La conmemoración se preparó y llevó a cabo en los peores años de la crisis económica y, ciertamente, sin el generoso apoyo de la sociedad civil hubiera sido inviable. También fue decisivo el excelente equipo profesional que la gestionó.
 
¿No me dice nada de las instituciones?
Las instituciones financiaron los gastos de funcionamiento de la Fundación pero no el programa del cuarto centenario, con la excepción del Ministerio que a través de la Seacex se hizo cargo de una parte del coste de la exposición del Prado.
 
Algo más de un año después de la efeméride puede sentirse más libre para hablar ¿Sintió alguna vez que en esta aventura estaba solo?
Eché de menos la participación de la sociedad civil de Toledo, cuando la ciudad ha sido la gran beneficiada de la Conmemoración. Excepto Soliss, que aportó 50.000 euros, el resto de los 20 millones de euros que captamos vinieron de fuera de Toledo.
 
¿Cree que alguien se quiso apuntar el tanto cuando todo empezó a ir rodado?
Me parece humanamente comprensible que, una vez que un proyecto funciona, hasta quienes menos hayan hecho para hacerlo posible se lo quieran atribuir. Es el mejor signo del éxito.
 
¿Qué le pasó por la cabeza aquel día de finales de enero cuando miles de personas subieron al Casco para escuchar el concierto de campanas que inauguraba oficialmente el año?
Aquello fue una verdadera fiesta popular que anticipó todo lo que vendría luego. Ciertamente vivimos aquella fría noche de enero con profundísima alegría.
 
Ese día falló el dispositivo de tráfico y la ciudad se colapsó ¿Fue una prueba de que al Ayuntamiento le pilló el centenario con el pie cambiado?
El alcance de la convocatoria nos sorprendió a todos y fue el primer aldabonazo de lo que iba a ser el Año del Greco.
 
Este año Toledo celebra la capitalidad gastronómica y el IV centenario de la muerte de Cervantes. Desde el Ayuntamiento se asegura que el arranque del gastroaño ha sido tan exitoso como el Año Greco, especialmente en pernoctaciones ¿Lo ve así?

El Año del Greco cambió favorablemente los flujos de turismo hacia Toledo, y, como es natural, algo de aquello se mantiene. Estoy convencido de que la capitalidad gastronómica, tal como se está planteando, contribuirá muy positivamente a reforzar las pernoctaciones en la ciudad. El Festival de Música también debería ser un factor coadyuvante para ello.
 
¿Le han propuesto asumir otras conmemoraciones ya sea en Castilla-La Mancha o en otras comunidades. Si es así, ¿por qué ha dicho que no?
Me han tanteado, pero al margen de que mis responsabilidades actuales no me dejarían tiempo para ello, y de que me faltaría la motivación que para mí representaba el Greco y Toledo, estos encargos siempre tienen el mismo problema, que es el de la improvisación. Para preparar la Conmemoración de 2014 dispusimos de algo más de tres años y medio, y a mi juicio nos faltó tiempo. No le quiero decir lo que supone cuando se pretende hacer algo parecido a un año vista.
 
El actual presidente de la Junta, Emiliano García-Page, le propuso fusionar la Fundación El Greco con otras fundaciones de carácter cultural vinculadas las Junta ¿Por qué dijo que no?
El presidente de la Junta desde el primer momento apoyó la fusión del Greco 2014 con la Real Fundación de Toledo, y su apoyo fue naturalmente decisivo. Por un lado tuvo en cuenta la vinculación entre ambas fundaciones. Me refiero a que la propuesta de constituirla nació de la Real Fundación de Toledo,  y a que quienes la hemos gestionado proveníamos también de ella. A esto se añade que ambas Fundaciones compartían prácticamente el mismo Patronato, incluyendo la Presidencia del Rey. Y, por encima de todo, al hecho de que la Real Fundación de Toledo, por su propia naturaleza, parece la más adecuada para culminar lo que la Fundación El Greco dejó planteado. Como dijo Emiliano García-Page: «La fórmula para que el legado del Greco permanezca será a través de la Real Fundación, una institución de éxito y con experiencia sobrada».
 
¿Qué le pareció que Fedeto diera a la presidenta Cospedal un premio por el éxito del IV centenario ninguneando a la Fundación?
El presidente de Fedeto me había comentado su intención de premiar a la Fundación del Greco como un gesto de rectificación de las desafortunadas declaraciones que hizo cuando, en diciembre de 2013, declaró que la Fundación El Greco no tenía nada preparado. Era patrono nuestro y, por tanto, conocía bien el excelente programa que habíamos aprobado. Finalmente consideraron más adecuado premiar a quien entonces era la presidenta de la Junta, y yo al respecto no tengo más actitud que la de respetar la política de reconocimientos de cada institución. Sin embargo, es obvio que la actitud de Fedeto contrasta con la Medalla de Oro de la ciudad que nos entregó el Ayuntamiento al iniciarse el Año del Greco; con el anuncio que hizo el presidente, Emiliano García-Page, al concluir el último Patronato, de que la Junta iba a concedernos el más importante de sus reconocimientos; con el entrañable premio que nos concedió el Instituto de Enseñanza Media ‘Juanelo Turriano’; con la Medalla de Oro a las Bellas Artes recientemente otorgada por el Gobierno de la nación; y con los otros reconocimientos de importantes instituciones nacionales e internacionales. No olvidemos que la Fundación El Greco 2014, según el Barómetro de la Cultura de la Fundación Contemporánea, fue en 2014 una de las cuatro principales instituciones culturales de nuestro país, junto con el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Teatro Real. De ahí lo significativo de ese silencio de los representantes del empresariado de la ciudad.
 
¿Y que la Junta concediera a la Fundación la medalla de plata de la región en una ‘segunda vuelta’, ya que se le olvidó hacerlo público a la vez que el resto de galardonados?
Sinceramente, lo que sucedió -lo que se sabe y lo que no se sabe- me pareció un despropósito que prefiero no comentar.
 
¿Toledo debería optar a ser Capital Europea de la Cultura?
Por supuesto que sí, tiene los mejores títulos posibles para serlo y el Año del Greco ha demostrado que Toledo sabe ser una capital cultural europea.
 
¿Cree que le falta vida cultural? ¿Cuál es el problema?
No creo que a Toledo le falte vida cultural para ser una ciudad de 80.000 habitantes, máxime cuando su trama urbana se encuentra tan desvertebrada entre el Polígono, el Casco, Santa Teresa,...
 
Toledo es la ciudad en la que más Greco se pueden visitar. ¿Sabe explotarlo?
Durante el año 2014 se ha demostrado que sí.
 
¿Y desde entonces?
Se ha suprimido la posibilidad de adquirir un billete para visitar todos los espacios Greco, y cada institución ofrece la visita de sus cuadros por separado. Lo peor es la pérdida del sentido que tenía la agrupación de los Grecos de Toledo para identificarlos como la colección inigualable de la ciudad del pintor. Esta oferta tenía mucha fuerza y capacidad de atracción. Sería muy fácil retomarla.
 
Usted abogó por aprovechar el año Greco para crear un Museo Nacional del Greco en el Museo de Santa Cruz. Nada de esto pasó y el museo languidece hasta sin director ¿Qué opinión le merece?
Menciona usted la situación de Santa Fe que es un Museo que precisa no sólo un director sino también un proyecto. No digamos nada de San Marcos. Y, finalmente, el Museo del Greco, con su plantilla de apenas dos personas, sin salas temporales, sin biblioteca, sin un centro documental, con un aforo tan limitado que cuando se reinauguró sólo dejaban entrar a quince personas al tiempo, sin espacio para ampliar su colección,... Me parece evidente que el Greco, su obra y la ciudad de Toledo deberían contar con ese gran Museo Nacional a la altura museográfica de nuestro tiempo que hemos propuesto.
 
Qué le pareció que Page liderara un movimiento para pedir que 'El caballero de la mano en el pecho' no volviera al Prado cuando terminara la exposición ¿Generó algún tipo de conflicto con el Prado o con otros coleccionistas que temieron por la  vuelta de sus obras?
Creo que Emiliano García-Page pensó que aquello era una aspiración popular sin más trascendencia, y me parece comprensible que quisiera apoyarla limitándose a hacer un gesto formal. Fuera de Toledo aquello no se tomó en consideración y, por lo tanto, no tuvo ninguna consecuencia. 
 
¿Y qué le parece que atribuya al historiador Jorge Miranda la idea de celebrar el IV centenario? ¿No se lo propuso usted a Page cuando él fue a visitar la Real Fundación en la campaña electoral de 2007, año en el que consiguió ser alcalde?
Desde el III Centenario se sabía que en el año 2014 se cumpliría y conmemoraría el IV Centenario de la muerte del Greco. A medida que se iba aproximando la fecha, como es natural han sido muchos los que han pedido a las Administraciones Públicas que asumieran esta conmemoración dándole la importancia que tenía. No dudo de que Jorge Miranda ha sido uno de ellos. También la Real Fundación lo comentó con Emiliano García-Page en el año 2007, como es bien sabido. La anticipación en esta carrera de cien años no tiene ninguna relevancia.
El presidente de la Fundación El Greco 2014 echó de menos la participación de la sociedad civil de Toledo, «cuando la ciudad fue la gran beneficiada de la conmemoración»

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