La figura de la mujer como inspiradora de obras de arte y protagonista creativa desde finales del siglo XIX a la actualidad. La sala municipal de la Pasión ofrece un recorrido a través de 54 obras que componen 'El eterno femenino. Retratos entre dos siglos', un viaje con parada en obras de Pablo Picasso, María Blanchard, Joaquín Sorolla, Maruja Mallo, Fernando Botero, Miguel Barceló, Olga Sacharoff o el vallisoletano Anselmo Miguel Nieto, entre otros autores.
Hasta el 4 de mayo se puede visitar una muestra que se divide en cuatro apartados que dan cuenta estética y cronológicamente de la evolución en la representación de la mujer, «consecuencia de cambios sociales que han tenido lugar, fiel reflejo de cómo la sociedad en cada momento va poniendo en relación unos u otros valores», explicó la comisaria de la exposición, Dolores Durán.
Ángel o mujer fatal abre el recorrido de la muestra con pinturas en las que la imagen de la mujer se reserva al ámbito de lo privado, cuidadora de la casa y la familia. Ejemplifican este concepto 'Retrato de señora', de Sorolla, en la que refleja a una dama de la alta sociedad. Frente a este modelo, obras de Julio Romero de Torres y de Zuloaga retratan a la mujer fatal, seductora, inquietante.
La idea de mujer como musa y creadora, prototipo del despertar de un nuevo perfil en los años veinte da lugar a las «nuevas Evas», en palabras de Dolores Durán, «mujeres que, dentro de unos límites, luchan por una nueva posición social». María Blanchard y Maruja Mallo participan junto a autores como Gutiérrez Solana o Rafael Durancamps, dando paso a una nueva etapa: Del informalismo a los mass media, centrada en los años sesenta, en los que se plantean cuestiones de género y el pop traslada al arte la banalización de la mujer en la sociedad de consumo. Creaciones de Fernando Botero, Vanolo valdés o Miquel Barceló testifican ese planteamiento.
Finaliza el recorrido con el apartado dedicado a la reivindicación del cuerpo, en un tiempo en el que el feminismo pone en evidencia las desigualdades en el ámbito del arte y se reprocha la escasa presencia de creadoras en museos y exposiciones. David Hockney, una escultura de Ester Pizarro, o una fotografía de Mapi Rivera simbolizan ese sentir.
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