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Un rayo incandescente atraviesa la pirámide del Louvre

MUSEO DEL LOUVRE   NOTICIA POR ABC.ES 

La pirámide acristalada del Louvre, atravesada por un rayo de neón, obra de  Claude Lévêque

Se trata de un proyecto del artista francés Claude Lévêque, que permanecerá en el museo parisino hasta diciembre de 2015

El Louvre es, junto con la Torre Eiffel, uno de los tesoros más emblemáticos de París. Es el museo más visitado del mundo y cuenta con varios iconos. El más famoso es, sin duda, la «Gioconda», a la que la pinacoteca ha creado su propia «capilla». Pero tiene muchos más: la Victoria de Samotracia, la Venus de Milo... y la pirámide de cristal construida en 1989 por el arquitecto Ieoh Ming Pei. Aunque fue muy polémica en su tiempo y levantó muchas ampollas, se ha convertido en una seña de identidad más del museo. Pero quienes lo visiten desde hoy se sorprenderán pues verán cómo un rayo incandescente atraviesa la pirámide. No se trata de una descarga eléctrica, ni de un fenómeno paranormal propio de las novelas de Dan Brown, sino del proyecto del artista francés Claude Lévêque.

Lévêque, que representó a Francia en la 53 Bienal de Venecia, en 2009, utiliza en su trabajo el neón, la luz, la escritura y el sonido para dialogar con los espacios donde se instalan sus obras. Bajo el título «Sous le plus grand chapiteau du monde» (Bajo el capitel más grande del mundo), esta monumental y poética intervenciónpermanecerá encendida día y noche, aunque se aprecia mucho mejor en la oscuridad. El rayo es de neón rojo anaranjado, de acuerdo con el gas noble que contiene, comentó a Efe el artista.

Cuenta Lévêque que durante una residencia con alumnos de primaria hace dos años les propuso dibujar relámpagos, fulgores y otros destellos naturales, y uno de ellos, realizado por un niño de 11 años, le impactó de manera especial. El estudiante, invitado a la velada inaugural, fue quien inspiró al artista este resplandor en tres dimensiones que desciende desde la punta superior de la pirámide y sin llegar hasta el subsuelo de su vestíbulo acristalado se detiene en un zócalo intermedio, frente a la puerta de acceso principal del museo. Allí podrá verse durante un año y medio, hasta finales de 2015. Ya han expuesto en este lugar otros artistas contemporáneos como Wim Delvoye, Tony Cragg y Loris Gréaud.