CULTURA Y ESPECTÁCULOS
Carmen Thyssen: «Cuando encuentro un cuadro bueno no puedo evitar adquirirlo»
a baronesa presenta el catálogo de su museo y confirma que los fondos seguirán creciendo pese a que le suponga «sacrificios monetarios»
22.04.14 - 01:04 -
La baronesa, junto a 'Valencianos' (c. 1908) de Julio Vila y Prades. :: CARLOS MORET
Son 511 páginas con los comentarios de medio centenar de especialistas y el análisis detallado de 224 piezas. El Museo Carmen Thyssen de Málaga acaba de publicar el catálogo razonado de sus fondos con «el núcleo» de su colección, buena parte -todo salvo las obras sobre papel- de lo que guardan las paredes del Palacio de Villalón... de momento. Porque «decirle a un coleccionista que está cerrado un ciclo, no existe», apuntó la baronesa.
'Paisaje rondeño con bandoleros', Barrón y Carrillo. :: C. M.
Tras la reciente incorporación de 18 nuevas pinturas, la mecenas confirmó que «siempre» está abierta a la ampliación de sus fondos en Málaga. «Cuando encuentro un cuadro bueno no puedo evitar adquirirlo, aunque haga sacrificios, porque no es fácil y los hago como todos», apuntó Carmen Thyssen.
Acompañada por el alcalde Francisco de la Torre y los responsables de la pinacoteca malagueña, la baronesa insistió en que el arte «perdura si tiene calidad a través de los siglos y en los museos es donde están mejor cuidados» los cuadros. Eso justifica que haga «sacrificios monetarios» y el esfuerzo «de no ver cosas que me gustaría ver más a menudo». «Las obras de los grandes pintores están hechas para que toda la gente las pueda ver. Me siento feliz coleccionando obras andaluzas y españolas para España y para Andalucía», apuntó.
La baronesa elogió la estética del catálogo -«el mejor que he tenido hasta hoy»- y resaltó su valor educativo. «Todas estas publicaciones van a escuelas y universidades. Yo siempre aprendo leyéndolos», admitió.
El cuadro 'Julia' de Ramon Casas i Carbó sirve de imagen principal a este volumen, que recoge «el relato» y el «espíritu» del Museo Carmen Thyssen, según su directora, Lourdes Moreno. Estructurado en las mismas secciones en las que se exhibe la colección (Maestros Antiguos, Paisaje romántico y Costumbrismo, Preciosismo y Pintura naturalista, Fin de siglo), incluye el análisis de autores y especialistas como Asunción Cardona Suanzes, directora del Museo del Romanticismo; José Luis Díez, director del Museo de las Colecciones Reales; y Teresa Sauret, profesora de la Universidad de Málaga. La calidad de la foto ha sido una prioridad. «Hemos hecho muchas pruebas de color para acercarnos a la realidad de la obra», apuntó. El objetivo: «Introducir el museo en la casa de quien tenga este catálogo».
Últimas donaciones
En él se incluyen las últimas donaciones de la baronesa, 18 pinturas del XIX y XX que profundizan en la raíz costumbrista de la pinacoteca. «Pertenecen a Málaga porque son cuadros muy buenos y de pintores vinculados a Andalucía», declaró la baronesa, que insistió en su apuesta «por lo bueno, por la calidad y por lo que es nuestro».
Entre las novedades, que se exhiben hasta el 8 de junio en la Sala Noble y el Espacio ArteSonado -antigua capilla del Palacio de Villalón-, hay varios nombres que se estrenan en la colección. Es el caso de José Bardasano, que con 'Pontejos' (1961) cierra cronológicamente los fondos; Manuel Benedito, que suma un retrato con 'El chico de la gallina' (1913); y Julio Vila y Prades, autor de 'Valencianos' (1908), una réplica de un cuadro que hizo su maestro Sorolla. Estos últimos son claros ejemplos de pintura luminista, como Gonzalo Bilbao, que amplía su presencia con 'El descanso de los campesinos' (c. 1885-1920) y 'Rosaleda' (s.f.). También crecen las piezas de Manuel Barrón y Carrillo, uno de los mejores paisajistas del romanticismo que incorpora ahora 'Paisaje rondeño con bandoleros' (1856). Además, destaca Manuel Cabral Aguado Bejarano, representante de la escuela costumbrista andaluza con 'Majo sevillano' y 'Maja sevillana' (c. 1850); y miembros de la escuela madrileña como Eugenio Lucas Velázquez ('Pareja de majos. 1842) y su hijo Lucas Villaamil ('En el palco', s.f.), ambos herederos de Goya. Y de Murillo tiene claras influencias José Roldán en su 'Vendedor de flores' (c. 1864).
Estas obras amplían una colección «de interés para un gran número de museos», dijo el gerente Javier Ferrer. Y aportó datos: desde su apertura hace tres años se han hecho 25 préstamos y se han distribuido más de 50 imágenes para investigación y divulgación. Los fondos permanentes son, además, el foco de atracción del 82% de quienes atraviesan las puertas del Palacio de Villalón.
'Pareja de majos' (1842), Lucas de Velázquez.
'El chico de la gallina' (1913), Manuel Benedito.
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