27 de abril de 2014

En una sola muestra, museos exhiben obras de grandes maestros de los siglos XIV y XVIII             Reyna Paz Avendaño   http://www.cronica.com.mx/
Recinto. El triunfo de la fe, de Jan Ijkens, se exhibe con toda la muestra en el Museo Nacional de San Carlos.
Los museos de San Carlos, Franz Mayer y Soumaya juntan por primera vez sus colecciones de pintura italiana, flamenca, inglesa, francesa, alemana y holandesa de los siglos XIV al XVIII para que el púbico conozca el origen del arte occidental en la exposición El reino de las formas: Grandes Maestros, la cual, viajará durante dos años a cinco ciudades del país.

La muestra que se inauguró ayer en el Museo Nacional de San Carlos, está compuesta por 60 obras pictóricas, retablos y esculturas de los españoles Francisco de Zurbarán, Alonso Cano y Esteban Murillo; de los italianos Lorenzo Lotto, Paolo Caliari y Luca Giordani; los flamencos Lucas Cranach, El Viejo, Jan Brueghel y Anton Van Dyck; además del francés Marie Louise Vigée Le Brun  y el inglés Joshua Reynolds.



De acuerdo con Carmen Gaitán, directora del Museo de San Carlos, cuando la muestra concluya su exhibición en el Distrito Federal (el próximo 5 de julio), iniciará su recorrido por el Centro Cultural de Tijuana (CECUT), el Museo de Historia Mexicana de Monterrey, Museo Arocena de Torreón, Museo de Arte e Historia de León, Guanajuato y en el Museo de Arte de Querétaro.

Además, dijo, la meta es que los mexicanos conozcan cuales son los acervos de temática europea que tienen los tres muesos nacionales, así como el  que puedan observar pinturas que abarcan del Medievo hasta la pintura del siglo XVIII que llegó a su fin con el estallido revolucionario de 1789.

El reino de las formas: Grandes Maestros se divide en cuatro salas: La tradición religiosa; Alegorías y moralidad; La tradición civil y el espacio lúdico en donde niños y jóvenes pueden construir un retablo o disfrazarse con pelucas y ropa de los siglos XIV y XVIII.

ORIGEN.  La idea de juntar los acervos, indicó Héctor Palhares —curador del Soumaya—, nació con el fin de buscar empatías entre las colecciones y un resultado de ello, es el inicio del recorrido museográfico con las dos tablas europeas más antiguas que resguarda el país: Adán y Eva (1472-1553) de Lucas Cranach y Madona con el niño y dos ángeles de mediados del siglo XIV.

El curador, comentó que ambas obras reflejan cuerpos muy delineados, la exaltación de aspectos sexuales y una inexpresividad en los rostros de los personajes. En esta primera sala, dijo, también se abordan  tema como: alfabetización del clero, trabajo escultórico, la peste y el tema mariano  plasmado en el óleo Virgen con el niño, del flamenco Ambrosius Benson.

En la segunda parte de la muestra dedicada a las alegorías, sobresalen piezas del barroco italiano y español, en donde se enaltece el gusto por la teatralidad. La pieza que Marco Silva Barón, curador del Museo Nacional de San Carlos., destacó durante la inauguración  fue un óleo de Sebastián Gómez “El mulato Murillo” pues en el mundo, dijo, sólo existen 9 pinturas del español.

Otra pintura que sobresale, añadió, es de origen francés y narra parte de la historia de la Iliada con los juegos funerarios en honor a Patroclo. “Fue realizada hacia finales del siglo XVIII y se observa a Aquiles presenciando los funerales y está molesto porque su amigo Patroclo fue asesinado por Héctor y entonces, Aquiles organiza una olimpiada”,  detalló Marco Silva Barón.

RETRATO. La última sala de la exposición se concentra en evidenciar la transformación estilística del retrato y pasaje, que en el siglo XVI pasaron de ser elementos a géneros pictóricos. “Podemos darnos cuenta de esa transformación que no sólo es estilística sino conceptual. En el caso del retrato es evidente porque se convierte en temática y prioridad”, aseveró Alejandro López, curador del Franz Mayer.

Ejemplo de ese cambio es la pintura del género claroscurismo del amor entre Eros y Psique, en la que Psique contempla con su lámpara de aceite el cuerpo desnudo de su amante dormido (Eros) y el autorretrato de Lorenzo Lotto, en donde se pinta como un mecenas como una forma de constancia física para que perdure en la historia con la idea de dignidad.

Por último, cierra la exposición cierra con el fin del paisaje como elemento de fondo o detalle dentro de una composición porque “es a partir del siglo XV y con la pintura de El viejo, que el paisaje se vuelve un género primordial y la máxima expresión se observa en los cuadros holandeses”, concluyó Marco Silva Barón.
El reino de las formas: Grandes Maestros abierta al público hasta el 5 de julio en el Museo Nacional de San Carlos, ubicado en Puente de Alvarado 50, Colonia Tabacalera, Delegación Cuauhtémoc.

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