ARTE Nuevo espacio expositivo
Itinerarios por el expresionismo y las pasiones del pintor Jorge Rando
El Museo Jorge Rando abre desde este martes 3 de junio con un centenar de obras del creador malagueño
Sus creaciones tienen en Jesucristo, la prostitución, la maternidad o África el punto de partida
- El pintor Jorge Rando, en una de las salas de su museo. CARLOS DÍAZ
- En el epicentro de los vientos de rutina bulliciosa que soplan en el barrio malagueño de Cruz del Molinillo, cerca del Mercado de Salamanca, basta con seguir la fachada rojiza del Monasterio de las Mercedarias para sumergirse en los itinerarios por estrenar de un nuevo museo.En absoluta vecindad con las monjas de clausura y tras la rehabilitación de una deteriorada zona del convento en la que el Ayuntamiento de Málaga ha invertido casi 1,5 millones de euros, allí ha sentado sus bases el Museum Jorge Rando. Abre sus puertas mañana mismo, y sólo las cerrará los domingos para desplegar de lunes a sábado un horario ininterrumpido de 10.00 horas a 20.00 horas. Comienza su andadura con el acceso gratuito a todas sus actividades por bandera y con un recorrido por más de un centenar de obras del universo expresionista del pintor malagueño, afincado durante décadas en Alemania, que le da nombre al espacio. Con esta propuesta inicial y la intención de poner en marcha muestras temporales de otros creadores expresionistas,es el propio Jorge Rando quien, a continuación, desgrana las claves de su proyecto. Del museo que despega con una oferta ebria de pintura religiosa, sus visiones sobre la prostitución, la maternidad o el drama africano, y sus 'pintarradas' y esculturas. Todo con su firma.
EL EXPRESIONISMO. «El museo está dedicado al expresionismo, es una laguna que queda por cubrir. En España desde el siglo XIX, de estudiar el impresionismo y el postimpresionismo, pasamos bruscamente a Picasso, que se lo comió todo. Pero también hay sendas explosiones del expresionismo, que se producen tras cada Guerra Mundial. Las guerras suelen influir mucho en los pintores y en el arte. El expresionismo no es la antítesis del impresionismo. Asimila lo que está ocurriendo, que no sólo tiene que ser belleza. Hasta la tragedia puede ser bella, puede hacerla bella el pintor. Velázquez hizo unos crucificados preciosos, y qué cosa más terrible hay que crucificar a un ser humano. Antes de existir la palabra expresionismo, ya teníamos a Goya, sus pinturas negras, a El Greco... En este museo queremos educar en la pureza del arte. Si le quitas la pureza y la libertad al arte, le quitas su esencia. Para realizar su obra, lo que tiene que tener el pintor es libertad. Como pintor, sufres pintando. Disfrutas leyendo poesía o escuchando música, pero pintando sufres. Y no porque pintes una tragedia. Sufres por esa inquietud por encontrar la belleza y el arte, y llegar al summum de la creación, que te mueve. Velázquez se murió sin saber que había pintado Las meninas. Para él, era una pintura más».La sala dedicada a su visión de África.LO RELIGIOSO Y OTRAS PASIONES. «Soy cristiano y eso está muy presente en mi obra. En mi pintura religiosa están Jesucristo y los apóstoles, pero no he vuelto a pintar crucificados. Hace un par de años estaba en mi estudio de Hamburgo, pinté tres crucificados y, de repente, los rompí. Me dije 'ya no pinto más crucificados' y, desde entonces, pinto la cruz sola pero no a crucificados. Y es que he pintado hasta a somalíes crucificados, además es que los crucificaban de verdad. Aparte de la de Jesucristo, en mi pintura y en la vida misma hay otras pasiones. Está la pasión de la prostitución. La pasión de los niños ciegos que tiran a la calle en la India. Y la pasión de África la tenemos ahí al lado. Más cerca que tenemos la pasión de las pateras. Y la pasión de los parados... Pero no sólo pinto pasiones. También pinto la maternidad, la luz, la vida, las flores... O pinto a un niño con el deseo de ser un niño».LA FILOSOFÍA DEL MUSEO. «No va a ser un museo al uso, quiere ser la sala de estar del arte en Málaga. Un punto de encuentro, basado en la poética expresionista, en el que todo será gratuito. Queremos educar en la pureza del arte. Se harán muchas cosas con los centros educativos, habrá estudios para que quien no pueda pintar en su casa lo haga aquí y una biblioteca especializada para investigadores universitarios. Y el público no será tratado como un espectador, sino como un mirador de cuadros. Esto no es un espectáculo. Cuántas veces se dice que tal museo ha tenido muchas visitas y no se piensa en cuántas de ellas han mirado los cuadros. No queremos que el público pase delante de las obras como si fueran semáforos...».EL FUTURO. «El museo empezará a funcionar sin subvenciones. Por lo pronto, la Fundación Jorge Rando se hará cargo de toda la financiación, y luego saldremos a la búsqueda de patrocinios. Antes que pedir, vamos a ofrecer, y luego trataremos de encontrar mecenas, y si estos no aparecen el museo tendrá que salir adelante como sea. Detrás de él hay todo un esfuerzo físico y mental. Un sueño. Mucha responsabilidad. Pero si ahora mismo te empiezas a mirar en tu propia locura, te vuelves loco...».
No hay comentarios:
Publicar un comentario