LA TERTULIA LITERARIA EL FILANDÓN CUMPLE CINCO AÑOS DE REUNIONES QUE AÚNAN GASTRONOMÍA Y EL GUSTO POR LA LECTURA.
Los encuentros nacieron en la Bodega Adolfo del barrio de Benalúa y, pese a dejar el negocio, Víctor J. Andrés los mantiene en el hotel ABBA Centrum
Cinco años de tertulia literaria en armonía, buen ambiente, amistad y amor por la literatura. Nacida en la conocida Bodega Adolfo del barrio de Benalúa de la mano del escritor Víctor J. Andrés, trascurrió durante varios hasta que, traspasado el local por el gerente y moderador de los encuentros, se trasladó al hotel ABBA Centrum. Conocidos intelectuales de la provincia, profesores, periodistas y aficionados han mantenido y mantienen esta vieja pero siempre actual tradición bajo el nombre de 'El Filandón'.
De origen leonés, al igual que Víctor J. Andrés, el nombre de la tertulia se debe a una reunión que se realiza por las noches una vez terminada la cena, en la que se cuentan en voz alta cuentos al tiempo que se trabaja en alguna labor manual. Tal reunión, explica el escritor y moderador, «se solía hacer alrededor del hogar, con los participantes sentados en escaños o bancadas. El filandón se sigue practicando en la provincia de León, en Asturias, y en algunas zonas montañosas del extremo oriental de Galicia. El 8 de junio de 2010, las Cortes de Castilla y León declararon al Filandón como Bien de Interés Cultural y pedían su inclusión dentro del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco».
Los dos únicos temas tabú para participar: la política y el fútbol
Con este nombre y el pretexto de hablar de literatura, cada quince días se reúne el grupo en una de las salas del hotel de la misma manera que lo hacía en la antigua bodega. Al principio, las primeras sesiones las realizaron apenas cuatro integrantes, pero en la actualidad el grupo suele rondar la veintena de personas en cada sesión. De este grupo, resultan llamativos algunos como el del escritor y cronista de Alicante Miguel Ángel Pérez de Oca, el de José Luis Ferris, escritor ganador del Premio Azorín y exdirector del Instituto de Cultura Gil-Albert, el poeta y dramaturgo Adolfo Celdrán o el periodista Miquel Hernandis, además de jóvenes escritores que comienzan en el mercado, médicos, profesores, administradores, funcionarios, amas de casa o simples aficionados a la literatura.
LAS REACCIONES
Víctor J. Andrés
Escritor y moderador de las tertulias
Escritor y moderador de las tertulias
Reunión
«El ambiente es amable, gracioso, y nada de ir de divos o de estrellas; ya me encargo yo»
«El ambiente es amable, gracioso, y nada de ir de divos o de estrellas; ya me encargo yo»
Opinión
«Con libertad absoluta destripamos el relato y es simpático comprobar los distintos puntos de vista»
Pese a destacar estos ejemplos de personas dedicados a la cultura, el ambiente «es amable, gracioso y nada dados tratarse como elite intelectual». «Muy al contrario, puede venir quien quiera y todo el mundo participa por igual, nos divertimos, las opiniones son aceptadas y la risa y los brindis nunca faltan. No hay divos ni estrellas, todos caben y todos participan ya me encargo yo de eso», apunta Andrés entre risas.
Incluso, hay algunos participantes «vacacionales», personas que pasan las vacaciones en Alicante «que son de Madrid y de Bilbao y que, a través del grupo de Whatsapp están en contacto para cuando llegan a Alicante sumarse a las tertulias», comenta el escritor.
Para el desarrollo de la tertulia, el grupo se organiza de manera clara y con variedad de contenidos. En cada tertulia se propone un tema sobre el que los participantes tendrán que escribir un pequeño relato de un folio de extensión como máximo y, lo primero que se hace en la siguiente es leer estos textos. Cada día, uno de los participantes será el encargado de las lecturas y el resto intentará descifrar quién es el autor.
Tras la lectura se comienza la cena. Pero para poder hablar y comer al mismo tiempo, la dinámica es que Andrés pregunta, uno a uno de los asistentes, su opinión sobre un relato que se había propuesto para leer en casa en la tertulia anterior. «Con libertad absoluta destripamos el relato y es simpático comprobar los distintos puntos de vista que aporta cada uno de un mismo texto», detalla el moderador
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