Sacará a concurso los demás espacios municipales.I
mágenes de la muestra de Cristina Gamón en la sala de exposiciones del Palau de la Música. EL MUNDO
ras 18 años de actividad ininterrumpida, el Palau de la Música cierra su sala de exposiciones. Figura, paisaje, marina. Territorios de lo intangible, de la artista valenciana Cristina Gamón, será la última. «Es un problema presupuestario, pero no sólo eso», admiten desde la concejalía de Cultura. Dicen que no se ajusta a la programación musical y que, en todo caso, quieren repensarlo, además de criticar el hecho de que no había «una línea clara expositiva». Habrá una exposición que dará la puntilla a la sala: «Es de la Cruz Roja y como es benéfica la hemos respetado», señala Paloma Carreras, asesora de la regidora de Cultura.
El caso del Palau es extensible al resto de los espacios expositivos de titularidad municipal: Atarazanas, Almudín, Museo de la Ciudad, El Tossal, Museo Benlliure... ¿Qué pasará con ellos? El Ayuntamiento de Valencia tiene un plan: «Estamos a punto de sacar las bases de un concurso público para proyectos destinados a esos espacios», avanza Carreras. Para ello, se contará con «un comité científico de expertos» encargado de su evaluación. Además, está previsto singularizar cada uno de esos espacios con una programación ajustada a sus posibilidades, «porque no es lo mismo El Tossal que Atarazanas», subraya la asesora.
Vicente Colom, encargado de la programación artística de la sala del Palau de la Música durante esos 18 años, no entiende el cierre de un espacio «que ha posibilitado cerca de un centenar de artistas, en su mayoría valencianos, exhibir su obra». Tampoco entiende la razón de que se trate de una actividad ajena a la musical, porque «en el Metropolitan de Nueva York acogen hasta pases de modelo» y, sin ir más lejos, recuerda que Les Arts y el IVAM ya colaboran intercambiando propuestas en sus respectivos espacios.
Las exposiciones del Palau de la Música, últimamente a razón de tres por año, tenían el coste del seguro, transporte y catálogo; la producción corría por cuenta del artista. Lo cual suponía un gasto aproximado de 7.000 euros. Colom asegura que él no cobraba cantidad alguna por esa actividad, ya que renunció a ella a cambio de que se hiciera ese catálogo.
El Ayuntamiento de Valencia dice haber respetado la programación de 2015 en todos los espacios municipales, salvo en dos casos, en los que los propios artistas no han podido llevar a cabo sus proyectos por problemas de tiempo. De hecho, el Almudín inaugurará el jueves 3 de diciembre una exposición de Javier Chapa, y Atarazanas otra muy pronto de Curro Canavese, ambas impulsadas por Vicente Colom, que dice no tener claro el plan cultural de todos esos espacios.
La sala de exposiciones del Palau de la Música acogerá hasta enero la decena de piezas de Cristina Gamón. Después vendrá la benéfica de Cruz Roja. Y una vez despejado el recinto, cabe la posibilidad de su utilización con fines estrictamente musicales, como la preparación de alguna colección permanente relacionada con la actividad del propio coliseo. En cualquier caso, habrá que esperar. Al igual que cabe esperar ciertas lagunas en la programación de los respectivos espacios municipales, dados los tiempos de ejecución del concurso público.
ras 18 años de actividad ininterrumpida, el Palau de la Música cierra su sala de exposiciones. Figura, paisaje, marina. Territorios de lo intangible, de la artista valenciana Cristina Gamón, será la última. «Es un problema presupuestario, pero no sólo eso», admiten desde la concejalía de Cultura. Dicen que no se ajusta a la programación musical y que, en todo caso, quieren repensarlo, además de criticar el hecho de que no había «una línea clara expositiva». Habrá una exposición que dará la puntilla a la sala: «Es de la Cruz Roja y como es benéfica la hemos respetado», señala Paloma Carreras, asesora de la regidora de Cultura.
El caso del Palau es extensible al resto de los espacios expositivos de titularidad municipal: Atarazanas, Almudín, Museo de la Ciudad, El Tossal, Museo Benlliure... ¿Qué pasará con ellos? El Ayuntamiento de Valencia tiene un plan: «Estamos a punto de sacar las bases de un concurso público para proyectos destinados a esos espacios», avanza Carreras. Para ello, se contará con «un comité científico de expertos» encargado de su evaluación. Además, está previsto singularizar cada uno de esos espacios con una programación ajustada a sus posibilidades, «porque no es lo mismo El Tossal que Atarazanas», subraya la asesora.
Vicente Colom, encargado de la programación artística de la sala del Palau de la Música durante esos 18 años, no entiende el cierre de un espacio «que ha posibilitado cerca de un centenar de artistas, en su mayoría valencianos, exhibir su obra». Tampoco entiende la razón de que se trate de una actividad ajena a la musical, porque «en el Metropolitan de Nueva York acogen hasta pases de modelo» y, sin ir más lejos, recuerda que Les Arts y el IVAM ya colaboran intercambiando propuestas en sus respectivos espacios.
Las exposiciones del Palau de la Música, últimamente a razón de tres por año, tenían el coste del seguro, transporte y catálogo; la producción corría por cuenta del artista. Lo cual suponía un gasto aproximado de 7.000 euros. Colom asegura que él no cobraba cantidad alguna por esa actividad, ya que renunció a ella a cambio de que se hiciera ese catálogo.
El Ayuntamiento de Valencia dice haber respetado la programación de 2015 en todos los espacios municipales, salvo en dos casos, en los que los propios artistas no han podido llevar a cabo sus proyectos por problemas de tiempo. De hecho, el Almudín inaugurará el jueves 3 de diciembre una exposición de Javier Chapa, y Atarazanas otra muy pronto de Curro Canavese, ambas impulsadas por Vicente Colom, que dice no tener claro el plan cultural de todos esos espacios.
La sala de exposiciones del Palau de la Música acogerá hasta enero la decena de piezas de Cristina Gamón. Después vendrá la benéfica de Cruz Roja. Y una vez despejado el recinto, cabe la posibilidad de su utilización con fines estrictamente musicales, como la preparación de alguna colección permanente relacionada con la actividad del propio coliseo. En cualquier caso, habrá que esperar. Al igual que cabe esperar ciertas lagunas en la programación de los respectivos espacios municipales, dados los tiempos de ejecución del concurso público.
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