a sus actividades en tres meses.Aunque su director ha hecho un balance «muy positivo», cree que «lo importante empieza ahora»
El Centro Botín ha hecho hoy balance de sus tres primeros meses de vida, en los que ha conseguido atraer a cerca de 104.000 personas a sus actividades y que unas 800.000 se acerquen a conocer el edificio diseñado por Renzo Piano, que se ha convertido ya en un lugar de encuentro y convivencia.
Ese era uno de los objetivos de la Fundación Botín, según su director, Íñigo Sáenz de Miera, quien ha hecho un balance «muy positivo» de los tres meses que han pasado desde que el Centro Botín abrió sus puertas en la bahía de Santander; aunque ha subrayado que «lo importante empieza ahora».
Y es que, para Sáenz de Miera, el Centro Botín tiene que empezar a demostrar que es capaz de cumplir los fines para los que fue creado: contribuir al desarrollo social de Cantabria, además de aportar «un punto de vista original y distinto» en el mundo internacional del arte.
«Nos importa más la cantidad que la calidad y el largo plazo que el corto plazo», ha insistido en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por la directora del Centro Botín, Fátima Sánchez, y su responsable artístico, Benjamin Weil.
No obstante considera que las cifras han superado las expectativas. A las tres exposiciones inaugurales y a las actividades artísticas y culturales han asistido 103.787 personas, de las que en torno a un 42 por ciento procedían de Cantabria, un 48 por ciento de otras comunidades y el resto, casi diez de cada cien, de fuera de España.
Hasta el momento, además, se han expedido 110.224 pases permanentes, las tarjetas que permiten un acceso gratuito e ilimitado a las exposiciones a los ciudadanos de Cantabria.
Sáenz de Miera ha llamado la atención sobre la magnitud de esa cifra en una región de unos 500.000 habitantes, porque cree que muestra hasta que punto los cántabros han querido identificarse con el nuevo centro de arte.
Otras 6.000 personas se han hecho ya «Amigos del Centro Botín», una dato, a su juicio, «impresionante» si se compara con otros centros y museos, aunque «no todos los programas sean iguales».
El primer edificio en España del arquitecto italiano Renzo Piano ha sido visitado en este tiempo por 792.608 personas.
«Naturalidad»
La Fundación Botín está muy satisfecha con la «naturalidad» con la que ha pasado a formar parte de la vida de la ciudad, porque uno de sus propósitos era generar nuevos espacios de convivencia y convertirlo «en un foco de atracción».
En esa idea ha incidido Fátima Sánchez, quien ha destacado que estos tres meses «de una intensidad muy alta» han servido para conocer la interacción del público con el centro, dentro y fuera del edificio.
Y la prueba ha sido positiva. Considera que se ha demostrado que sus distintos espacios interiores «funcionan» para la labor artística y formativa que quiere desarrollar y que lo mismo ha ocurrido en el exterior.
«El espacio ha estado vivo, de niños, de jóvenes, de familias, de skaters y de pescadores. Ha sido muy interesante ver la vida en el Centro Botín», ha apuntado.
Y según su responsable artístico, el nuevo edificio ha dado por primera vez a la Fundación Botín la oportunidad de presentar al mismo tiempo las distintas vertientes de su programa de arte con las tres exposiciones inaugurales.
Así, los visitantes han podido disfrutar de la primera exposición en España de un artista de gran proyección internacional como Carsten Höller –que además ha dirigido el taller anual de artes plásticas de la Fundación–; contemplar dibujos que Goya consideraba privados y nunca tuvo previsto enseñar –dentro del proyecto de recuperación del dibujo español de la Fundación Botín–, y hacer un recorrido por las obras que conforman su colección.
La próxima cita será una retrospectiva de la obra de Julie Meretheu, que lleva por título «Una historia universal de todo y nada» y se inaugurará el 12 de octubre.
Las propuestas para 2018 se darán a conocer en noviembre y estarán en la misma línea que hasta ahora ha seguido en este ámbito la Fundación Botín, para la que el Centro Botín es una consecuencia natural de «su crecimiento orgánico».
Con el principio de curso escolar arrancará también el programa «ReflejArte», que busca impulsar la creatividad de los niños a través del arte, incidiendo en su modo de aprendizaje y en su desarrollo, y que este año se potenciará con su paso al Centro Botín.
abc
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