Hades el señor de los infiernos, se quejó ante Zeus porque el hijo de Apolo, el médico Asclepio curaba a los muertos por lo que Zeus lo fulminó con un rayo por violar las leyes de la muerte.
Apolo, que lloraba amargamente la muerte de su hijo, exterminó a los Cíclopes que habían forjado el rayo de Zeus. Por lo que Zeus ordenó que Apolo trabajara durante un año bajo las órdenes de un mortal. Este era el héroe Admeto quien por ayudar a Apolo en su tribulación obtiene dos dones. El primero casarse con la mujer más bella de toda Grecia y el segundo encontrar un sustituto para su propia muerte. La mujer más bella de toda Grecia era Alcestes, quien se había negado a casarse con los reyes y los pretendientes más importantes, porque deseaba casarse por amor, Apolo la hizo enamorarse Admeto que solo deseaba su cuerpo. Una vez satisfecho su primer deseo, se preparó para satisfacer el segundo, pero para vencer a la muerte Admeto debía encontrar a la hora de morir a alguien que ocupara, su lugar, de manera que él continuaría con su vida el mismo tiempo que había vivido hasta ese momento y así, se repetiría sucesivamente. De esta manera Apolo lo convirtió en el único mortal, que podía esquivar a la muerte por toda la eternidad, si lograba que otro muriese en su lugar. Pero a la hora de su muerte, el asunto era más difícil de lo que parecía, pues nadie aceptaba morir en su lugar, ni siquiera sus padres, ya ancianos y moribundos, quienes lo declaran muerto para su linaje por esta petición. Tampoco los soldados agonizantes en el campo de batalla aceptaron dinero para morir por él, ellos preferían morir por amor a la patria. Todos querían vivir su propia muerte. Solo su esposa, Alcestes por amor está dispuesta a morir por él. Admeto, en vez de denegar la oferta, acepta. De esta manera consigue eludir la muerte irrespetando el amor a la patria; el amor a los padres y el amor a su pareja. A costa de la vida de su esposa obtiene la vida eterna. ¿Qué nos dice, el mito que por amor se es capaz de morir por la persona amada o que la muerte está ligada al amor porque hay una entrega de sí mismo sin garantía de ser amado. Es probable que signifique que el amor es ciego o es una forma de decirnos que el verdadero amor es mutuo. Pero el héroe Heracles, encargado de arreglar los errores de los dioses, al ver la injusticia o la génesis de un desastre mayor baja al infierno para rescatar a la desdichada Alcestes, quien ha muerto en lugar de un hombre egoísta, indigno del amor profesado por ella. En la historia Heracles la rescata y los dioses del infierno le permiten volver. Pero cuando regresa ella no es la misma. Tiene el rostro velado; está cubierto para que nadie la reconozca porque es otra persona, tiene otra conciencia. De esta manera el amor tiene en este mito una relación con la muerte sicológica. Alcestes al someterse a las demandas del amor ha dejado de ser ella misma, pero de forma adicional, sufre una doble muerte sicológica cuando descubre que su esposo no la ama, porque su cuerpo ha sido un trofeo; no la han amado como ella lo ha hecho, por tanto la pena de amor destruye la antigua personalidad que tenía en ese momento por eso se cubre el rostro con un velo. ( una versión del mito la encontramos en Luciano de Crescenzo Los Mitos de los héroes. Seix Barral; Madrid España 1995)
Hades, hija de Titán y Rea
Lo perspicaz de este mito, es que representa una relación entre el amor y la muerte para representar la transformación de la conciencia producida por el amor. Este es uno de los aspectos del mito que recuerda Platón en sus diálogos; (Platòn Obras Completas Ediciones Aguilar 1969. P,568) cuando Alcestes regresa de la muerte está cubierta por un velo porque ella ya no es la misma. ¡Qué verdad contiene este mito? En el Banquete se interpreta que el verdadero amor implica una entrega de la propia vida por el ser amado. También que la decepción amorosa, es igual a un sentimiento de muerte porque transforma la conciencia. La separación de los amantes conlleva para el que ama, una muerte síquica que la transforma por la entrega amorosa por la destrucción o por el duelo producido por la separación. De esta manera el mito crea una relación entre el amor y la muerte a través del olvido de sí. Alcestes cae en el olvido de sí misma porque ama. Por eso entrega su vida por el ser amado, pero el mito describe una falta porque el hombre no le corresponde. Y debido a su entrega por amor Heracles la salva, pero cuando regresa de la muerte, viene trasformada en otra persona. Por eso Frederick Nietzsche considera que debido a la transformación hay dos tipos de mitos, los apolíneos y los dionisiacos. Lo apolíneos implican la muerte y los dionisiacos la vida.
Calipso, obra de Jan Brueghel(1568-1625)
El arquetipo apolíneo de la transformación por amor se repite en la mitología griega de forma negativa. Apolo sorprendido por la belleza de Clicia la seduce; después vio a su hermana Leucotea y también la seduce, por lo que la celosa Clicia acusó a su hermana de traición, pero en la disputa, fue enterrada viva, pero como Apolo no pudo devolverle la vida, la transformó en un árbol de incienso; a su amigo Jacinto Apolo lo mata con un disco, de forma accidental, el cual fue desviado por los celos del Viento, por lo que Apolo al no poder devolverla la vida, lo convierte el flor; a su amigo Ciprasio que se suicidó, por no poder amarlo, Apolo lo convierte en ciprés el árbol del luto; de esta manera todo amor inconveniente, todo amor que genera celos termina en la muerte, y como consuelo el personaje sufre una trasformación, donde se expía la falta, como un árbol o una planta. Lo cual es una lección moral en dos direcciones, la de los celos entre hermanas y la de los celos homosexuales. Uno viola el amor filial el otro la trascendencia. En estos casos para la mitología griega la transformación implica perdida de la humanidad porque no era una relación trascendente. En cambio Alcestes muere por amor y es regresada a la vida con más humanidad.
En el mito de Niobe ella fue transformada en roca al ser castigada por burlarse de Leto, madre de Apolo y Artemisa, por decir que Apolo era afeminado, y que Artemisa, era hombruna por eso a Niobe los dioses le asesinan a doce hijos, y le dejan dos, la niña hombruna y al hijo afeminado, y como el amor de una madre por sus hijos muertos no tiene consuelo, Zeus por compasión la transforma en peñasco para que no sufriera más por la muerte de su hijos; pero a pesar de ello, de la roca nace una fuerte para representar el dolor que conlleva la muerte de sus hijos. Otro caso es el es de la Ninfa Calipso, quien sucumbe ante el empuje amoroso de Zeus, ende Juno, la esposa engañada, la convierte en Osa, pero Zeus por consuelo la envía al cielo como la constelación de la Osa Mayor. Atenea convierte a Aracne en una araña por haberle ganado un certamen de tejido. Como vemos en los mitos apolíneos el amor incorrecto implica muerte de la persona y se manifiesta por medio de una transformación como castigo. Lo contrario ocurre en los mitos dionisiacos como el de Alcestes y Admeto.. La transformación por amor es positiva, aunque implique la muerte síquica y esté involucrado Apolo.
El rapto de Psique. 1895.Óleo de William-Adolphe Bouguereau. Colección Privada
Cuando la hermosa Psiquis se enamoró de Eros sus envidiosas hermanas la hacen desconfiar de Eros que no quiere que sepan que el dios del amor está enamorado de una hija de los mortales porque como paradoja ha sido víctima de su propio dardo. Este al ser descubierto por las indiscretas hermanas, abandona a Psiquis. Ella trata de suicidarse, pero el Dios Pan le dice que siga buscando al ser amado, porque su amor es verdadero, porque ella eligió amarlo en secreto, incluso sin saber que era un dios. Ella recorre el mundo en busca de Eros. Incluso va hasta el infierno a buscarlo, de tal forma que Afrodita, la madre de Eros al ver la vehemencia de su amor la transformó en diosa inmortal para que pudiera vivir con Eros en el Olimpo. De tal manera que el mito de Psiquis y Eros es dionisiaco, porque la pasión es domesticada por el amor, ella sufre una transformación trascendente de mortal a inmortal para que se realice su amor en pareja. Esta es una forma de representar que el amor verdadero, como un amor que aspira a la divinidad por medio de la pareja Por tanto para estos mitos la verdadera naturaleza del amor se manifiesta por la transformación trascendente del amor en la pareja. Este ideal mitológico lo tergiversa Platón en el Banquete.
El Dios Apolo
En otro mito el voyerista Acteón, quien espía a la diosa Artemisa y la ve desnuda, como castigo es convertido en ciervo y es devorado por sus propios perros. El voyerismo es una falta al amor propio de los otros, era considerada una falta sagrada porque era una perversión. De las 50 hijas de Danao, conocidas como las Danaidas, 49 fueron condenadas a llenar un tonel sin fondo por la eternidad para purgar el asesinato de sus 49 esposos, a quienes asesinaron por orden de su padre, pues el oráculo le había vaticinado que uno de ellos le arrebataría el trono; paradójicamente, fue el hijo de la única hija que no asesinó a su marido, quien lo destrona. Certificando la verdad del oráculo. Lo que significa que las hijas deben sustituir el amor del padre por el amor de su marido, y como poner el amor al padre por encima del amor a su esposo, era una perversión, el complejo de Electra, por eso las princesas eran transformadas en esclavas para hacer un trabajo estéril por toda la eternidad. En otro de los mitos Ares, celoso de Adonis, quien es amado por Afrodita, lo convirtió en jabalí y lo asesinó, pero Venus, lo transforma otra vez en ser humano y logra que pase seis meses en la tierra y seis en el infierno. Lo mismo ocurre en el mito donde Hera por celos transforma a la ninfa Menta en una planta. Ende los celos son peligrosos porque hasta los mismos dioses matan por ellos. Sileno desesperado por la infidelidad de la ninfa Agira es transformado en río por Afrodita, para que no sufra, además, le ofrece como consuelo un don: quien tome de sus aguas olvidará las penas de amor. Lo que indica que el tiempo era la mejor cura para la agonía de la separación. Cuando la ninfa Eco no puede lograr que Narciso la ame, porque se amaba más a sí mismo, ella se dejó morir de dolor por lo que se fue secando hasta quedar solo el eco de su voz. Sufre una transformación inverosímil hacia la nada, ser eco de sí misma. Significa que las frustraciones amorosas también transforman la conciencia, al igual que los sentimientos sobre el amor no correspondido. No sé porque me suena conocida esta historia.
Alceste y Admeto. Fresco Pompeyano
Como vemos la diferencia pensada por Nietzsche, entre lo apolíneo y lo dionisiaco en los mitos es correcta. Los mitos son apolíneos porque el amor implica muerte y transformación negativa del ser como castigo; en cambio, son dionisiacos cuando el amo implica vida, como el mito de Psiquis, o el de Alcestes el amor produce una transformación trascendente de la conciencia, lo hace divinos. Hay más mitos apolíneos porque había más situaciones conflictivas en el amor. En cambio los mitos dionisiacos representan una sola situación afectiva: el amor verdadero. Por tanto en la mitología griega el amor humaniza a los dioses y diviniza a los hombres. Esto nos enseña que es un deber moral luchar por el amor verdadero, como también, que una madre debe renunciar a sus prejuicios para lograr la felicidad de su hijo; nos dice también que tener a la persona que se ama, es una forma de felicidad y de realización de la personalidad. Por eso en la mitología se incluye una extraña forma de amor realizada por afrodita; renunciar al ser amado para que este logre su felicidad.
Si observamos bien los mitos del amor, no hay una valoración del perdón como un acto amoroso entre los hombres, pero si entre los dioses. Los dioses no perdonan la falta amorosa, pero si se perdonan entre sí. Lo que le da al perdón un carácter sagrado Según Agnes Heller hay tres tipos de perdón relativos al amor; el perdón con bondad; el perdón lleno de triunfo; y el perdón con resignación. ( Fenomenología de los sentimientos op cit 189) El perdón con bondad es el perdón de Afrodita, a Psiquis a quien le otorga la inmortalidad para que esté con su hijo. El perdón con resignación es el perdón de Zeus a Niobe por medio de la transformación de Niobe en roca para que no sufra. En este caso el arquetipo del amor es correcto. Lo que le da un gran valor humanista a la mitología griega como instrumento para humanizar al hombre. El amor trascendente lo representado por Psiquis y Eros es el paradigma de las relaciones de pareja. En ellos se cumple el vaticinio del Destino a Zeus, los dioses deben lograr su cometido con ayuda de un mortal. Por eso en el mito los dioses del amor Apolo, Artemisa y Afrodita están como medida de lo humano para condenar o promover un valor moral para darle al amor valor como parte del destino humano. Los hombres no se perdonan entre sí porque el mito representa la cultura de la culpa. En la mitología clásica, no hay perdón para los hombres, tampoco hay arrepentidos, solo hay culpa, castigo y muerte. Por eso el arrepentimiento no es una virtud como dice Baruch Spinoza ( citado por Heller P 179) simplemente porque el arrepentido no sirve de modelo moral. El ejemplo del arrepentimiento como culpa es lo que vemos en Creonte, en la Antígona de Sófocles, se arrepiente pero la duda lo hace reaccionar tarde, ya no puede evitar la tragedia de los otros, tampoco la suya. Por eso el dicho popular dice que de arrepentidos está lleno el infierno me parece correcto. Tenemos entonces, que la dualidad amor / muerte del mito crea un arquetipo a través de un conjunto de mitos que funcionan moralmente para representar sentimientos relativos al amor que produce un cambio en la conciencia por su relación con la muerte física y síquica ; porque el amor siempre implica una entrega de si, en todas sus facetas y por eso nadie debe olvidar el poder de transformación del amor, ni siquiera los dioses. En el caso del Mito de Admeto y Alcestes, asumir su lección moral no es fácil. Thomas Moore. 1992 p 130 – 131) escribe “ la moral del amor no es fácil. Podemos ser como los padres de Admeto cuando se nos aparece la muerte y encontramos excelentes excusas ( …) También podemos volvernos heroicos y, como Heracles, luchar por rescatar lo que queremos de las garras de la muerte. Todos somos Alcestes cuando le decimos si al amor y lo acompañamos gustosamente en su aspecto de muerte “ Lo que significa es que el amor siempre produce la transformación de nuestra conciencia; se deja de ser hija para ser esposa; ser hijo para ser padre; se deja de ser individuo para ser pareja, el amor exige el cambio y el abandono de la vieja personalidad para ponerla al servicio de la pareja o de los otros seres amados porque la relación amorosa engendra una responsabilidad nueva, ahora no solo se es hombre, sino que se es padre, la mujer, se transforma en madre porque el amor está más allá de uno mismo, más allá de nuestra propia individualidad. Esto es así porque el único sentido de la existencia es la trascendencia, y por eso una persona es capaz de sacrificarse por amor como lo hace Alcestes. Por eso para los griegos de la cultura clásica el amor transforma al ser, por medio de la existencia. Agnes, Heller (op cit 120), nos recuerda que el enamorado no necesita ninguna indicación especial para vivir sentimientos acordes con su disposición sentimental de entrega” En efecto, esta verdad psicológica sistematizada en la modernidad, ya estaba planteada en el mito representado en Alcestes; su disposición es vivir de acuerdo a su amor, porque el amor como sentimiento mutuo crea vínculos pero en este caso, la belleza de la mujer hace que el hombre la tome como pareja por el deseo y no por el amor; generando relaciones desiguales, pero ella si vivió su amor a plenitud como entrega de su ser, lo cual la llevó de la muerte síquica al renacimiento del ser. En Cambio Admeto se quedo sin coartada ante la muerte. Por eso Agnes Heller en su Teoría de los sentimientos postula que el amor es el único de los sentimientos humanos que puede transformarse en su contrario, el odio y producir la muerte. Esto esta representado en los mitos apolíneos. Es el mito de Anteros, anti eros. Joseph Cambell (op cit p 173) subraya en sus estudios, la idea del amor como sacrificio en la mitología. Por amor Dios sacrificó a su hijo para salvar a la humanidad, tal como se sacrificó Alcestes por Admeto y Prometeo. Por amor uno sacrifica su independencia y su individualidad para casarse. Por eso los griegos no olvidaron, la disfunción de la pareja y representaron los peligros de la relación amor/ muerte por medio de Anteros ( lo contrario a Eros) dios de la venganza amorosa, que los romanos convierten en Himeneo, para subrayar los peligros del matrimonio. Porque como dice San Pablo el amor lo soporta todo. Hasta cierto punto. Por eso Hegel . ( 1985 p 201) describe el amor como el grado más elevado de abandono de sí mismo, esta renuncia de sí mismo sirve para identificarse con otra persona, en este abandono el individuo alcanza la plenitud de su ser. Este es el resumen de la mitología amorosa que hemos visto. Por eso el efecto principal del amor es la transformación de la persona por medio del cambio de la conciencia.
Alcestes vuelve de la muerte
De esta manera el mito del amor, se relaciona con la muerte; no solo, real sino síquica; describe los parámetros de la naturaleza, humana, ya que el amor genera una demolición de los instintos, orienta los contactos humanos en una comunidad y estructura una cultura; y como somos seres finitos en el tiempo, la dinámica amorosa le da sentido a nuestra existencia. En otras palabras, el mito nos advierte que el amor tiene implícita una hipoteca de muerte y transformación sicológica como parte de un principio de realidad. En la sociedad moderna donde la violencia contra la mujer produce el crimen pasional o el asesinato conyugal es un buen ejemplo de esto. Lo significativo es que la mitología amorosa de los griegos, una vez más está en lo correcto psicológicamente hablando. Según Anges Heller (op cit p 54) el sexo está asociado con flujos de deseos negativos como los celos, la sospecha, el desmoronamiento, el sentimiento de inseguridad y el de ofensa, la dependencia sicológica de la identidad prefigurada por una relación amorosa, por tanto el amor verdadero es la diferencia que le da sentido a la existencia. Toda la simbología del arquetipo amor/ muerte sirve para establecer una relación del amor con sus consecuencias morales, como lo vimos el amor no correspondido de la ninfa Eco y Narciso; la relación cuestionada entre la Ninfa Calipso y Zeus, lo cual encarna los peligros emocionales de una pareja desigual; en Acteón, los peligros de violar los interdictos de la privacidad o de amar a personas idealizadas; Sileno nos enseña que el olvido es el mejor consuelo para la separación amorosa o que la experiencia del amor no acaba con la ruptura amorosa. Por eso hoy día se escriben manuales para el reciclaje amoroso. Tersites, representa los peligros de la denegación de la propia autoestima, su culpa es negar el principio de auto realización personal, el amor a sí mismo; su contrario es Narciso, amarse en demasía o La ninfa Eco, amar en demasía a otro que no la quiere; esos arquetipos del amor regulan la preservación emocional del sujeto, por medio los poderes coercitivos del mito: el cual promueve el miedo, la autodisciplina, el autocontrol, la marginación del deseo, el conocimiento de sí mismo y el freno a los sentimientos de indignación que genera la separación amorosa. Tenemos entonces que los arquetipos del amor en la mitología griega representan las transformación de la persona frente a sentimientos situacionales / cognoscitivos, tal como los describe Agnes Heller (op cit p 56) En síntesis los arquetipos del amor son reguladores de los sentimientos como transformadores de la sicología de la persona. Y lo que está detrás de ellos no es solo un ideal moral; es un modelo de comportamiento psicológico, un prototipo de cultura expuesta para hacer evocar y destacar los sentimientos amorosos para que se articulen como tejido cultural al reprimir los instintos y las pulsiones negativas. Hay una enseñanza fundamental en el arquetipo amoroso y es que nadie puede adquirir sentimientos morales, sin antes tener un modelo social de valores. Y esta es una lección de la mitología griega que no podemos olvidar o que hemos olvidado con trágicas consecuencias.
Antígona y Sófocles
Entonces podemos decir como el sicólogo Carl Gustav Jung que los arquetipos son residuos de las experiencias recurrentes de la humanidad y constituyen unidades de conocimiento intuitivo ( Jung) (Psicología de la Transferencia, Planeta. Barcelona España p 80, 81. 220 , 221) y con ese conocimiento sobre el sentimiento amoroso, se construyó una experiencia moral fundamental para la cultura, tal como lo vemos en el humanismo trágico de la mitología griega. No podemos terminar este paseo inferencial sobre la relación que hay entre el amor y la muerte en la mitología sin recordar los versos del poeta Persa Delaleddin ( 1207 – 1273 quien escribió “ dónde despierta el amor/ muere el yo, ese sombrío déspota/ Déjale pues morir en la noche/ Y respira libremente en la aurora.
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