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«A Sevilla no le hace falta la colección de Tita Cervera»

VANESSA GÓMEZ     abc.es Ignacio Cano

Asegura que el Museo de Bellas Artes de Sevilla es «sobradamente conocido pero insuficientemente visitado por los sevillanos». Quien lo asevera es Ignacio Cano, conservador y exdirector de esta pinacoteca, quien reflexiona sobre la importancia de este espacio y su necesaria ampliación.

Para Cano, el museo «puede dar mucho de sí y se está trabajando en ello». No cree que le hagan falta colecciones privadas. Y es claro. «A Sevilla no le hace falta la colección de Tita Cervera. No por lo que tenga hoy sino por lo que puede hacer con el patrimonio que tiene y el que pueda llegar a tener por otros medios».

Considera que la actual sede del museo, el antiguo convento de la Merced, se ha quedado pequeña, pero «se está trabajando desde hace muchos años en su expansión». Salen a la palestra varios lugares, caso de la Plaza de España o la antigua Fábrica de Tabacos, pero Cano se decanta por el Palacio de Monsalves. «Es la mejor posible».

Sobre la inversión en nuevos museos por parte del Estado en detrimento de los existente, el conservador sevillano es de la opinión de que «no tiene sentido crear museos o invertir en nuevos por el hecho de la novedad. Habría que atender primero a los museos existentes y después crear otras nuevas instituciones de acuerdo a la demanda del público».

«El museo conoce la colección Bellver y gran parte es muy aprovechable»

Por lo que respecta a la colección de Mariano Bellver, señala que el Museo de Bellas Artes «conoce muy bien la colección Bellver y gran parte de la misma es muy aprovechable. El museo ha apoyado mucho a Bellver y a su colección siempre desinteresadamente», si bien habla de una selección de la obra que posee.

En cuanto a la no participación del Museo de Bellas Artes en el programa de visitas nocturnas, Ignacio Cano precisa que «habría que plantearse si merece la pena hacer un esfuerzo económico importante ysometer a cierto riesgo a los museos con las visitas nocturnas. Se trata de una operación de marketing, de que los museos llamen la atención, pero creo que no es necesario visitar el museo a las diez de la noche».