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voluntad propia durante 30 años
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El Centro Pompidou dedica una amplia retrospectiva a un artista semidesconocido porque decidió retirarse al campo tras el fracaso de la 'revolución' de mayo de 1968. Aunque había alcanzado renombre en los EE UU, durante su confinamiento rompió con el mercado del arte, siguió pintando pero vivió pobremente. La exposición muestra 250 obras de todas las épocas de un creador a contracorriente, también de los años silenciosos de "repliegue voluntario".ÁNXEL GROVE. 17.05.2014 - 09:13h Aunque tenía todas las cualidades para ser una estrella del arte y había conquistado el jugoso mercado de los EE UU, donde vivió en los años sesenta, el francés Martial Raysse (1936) llevó con amargura la derrota de los ideales de la revolución de mayo de 1968, cuyo inicial estallido de esperanza le hizo regresar a París. El fracaso del movimiento estudiantil le empujó a un "repliegue voluntario", se retiró al campo, rompió con el negocio y durante 30 años en los que vivió con una humildad lindante con la pobreza su rastro se desvaneció. Fotogalería 9 Fotos Martial Raysse, un genio redescubierto El Centro Pompidou de París redescubre ahora a Raysse con una retrospectiva de alcance —más de 250 obras— que presenta todas las etapas de un artista polifacético que practicó la pintura, la escultura, el cine, la fotografía y el dibujo y que durante su retiro se ganó la vida como profesor eventual. Pese a todo su cotización nunca bajó en las subastas y se le considera el artista vivo francés más cotizado. Pintaba y escribía poemas a los 12 años Hijo de un ceramista y precoz como artista —pintó sus primeros cuadros y escribía poesía a los 12 años—, desarrolló un temprano amor por el trabajo con plástico, material que en los años cuarenta y cincuenta apenas era tenido en cuenta por los creadores. A Raysse le parecía que era perfecto porque permitía un acabado "higiénico" y tenía una gran capacidad de transformación. Los nuevos museos de arte moderno son los supermercados En 1961, en su primera exposición en solitario, celebrada en Milán, el toque pop de sus obras, estilo en el que se le puede considerar un visionario precursor, y el uso de elementos y citas de la cultura del consumo —el artista había declarado que los supermercados "son los nuevos museos de arte moderno"— causaron tal revuelo que toda la muestra estaba vendida quince minutos antes de que la galería abriera las puertas al público. Fue un pionero en el uso del neón Aunque en 1960 se había adherido al movimiento del Nuevo Realismo, que predicaba la capacidad de ver el mundo como una imagen para trocerla en piezas, Raysse introdujo numerosas innovaciones antes que ningún otro artista, por ejemplo el uso del neón y las proyecciones de cine insertadas en los cuadros. En los años ochenta, tras la crisis existencial de 1968, cambió radicalmente su enfoque artístico y empezó a repensar la pintura y la escultura en profundidad. Será un total descubrimiento en Francia y el extranjero La exposición del Pompidou es la primera que ofrece una visión general de los cincuenta años de Raysse como artista, con obras emblemáticas de todas las etapas. Los organizadores opinan que la retrospectiva será un "total descubrimiento" en Francia y el extranjero, dado el apartamiento del creador de los canales habituales del mercado durante sus tres décadas de silencio. Publicidad de masas Tras el período pop, o de "geometría variable" como prefería el artista llamar a su estilo, Raysse trabajó en retratos de mujeres en los que mezcla los arquetipos clásicos con los popularizados por la publicidad de masas —como en Last Year in Capri (1962) y Suddenly Last Summer (1963), composiciones con grandes paneles de colores planos que muestran a chicas jóvenes que parecen retratadas a partir de recortes de revistas femeninas—. En los años setenta se dejó llevar por las culturas chamánicas y psicodélicas La muestra pasa luego a los experimentos de los "años chamánicos" de los años setenta, cuando el pintor realizó montajes y cuadros inspirados en las prácticas artísticas colectivas y los rituales mágicos. Después de esta corta etapa, replanteó de nuevo su estilo y se dejó llevar por experimentos imbuidos por la cultura psicodélica. El grotesco "teatro del mundo" La retrospectiva concluye con la última etapa del prolífico pintor, basada en la técnica figurativa, la detallada y compleja pintura al temple y la construcción de un universo de personajes grotescos en el que inventa un imaginario personal con referencias a la mitología y la literatura, como en Poissons d'avril (2007) y el espectacular fresco Ici Plage, comme ici bas (2012). Estas piezas, de gran carga satírica sobre la vida cotidiana y el "teatro del mundo", no se habían exhibido en público nunca.
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