Pero esto lo vamos a llevar al mundo global así que os digo: escuchar… ¿escuchamos a los demás?. Y no me refiero oir, oir… oímos todos; me refiero a escuchar y sentir lo que dicen las palabras de los demás y las nuestras.
Cada día es más complejo escuchar. Las tecnologías nos lo están impidiendo con pasos agigantados y no queremos darnos cuenta de ello. Escuchar comienza a ser una tarea poco frecuente.
Conforme va pasando el tiempo somos más individuales, más independentistas hacia nosotros mismos por no decir más egoístas. Hay ocasiones que cuando conseguimos hablar con otra persona que nos está contando su problema, nosotros lo que hacemos es pensar en los nuestros sin apenas poner atención, ni hacer empatía con la persona que tenemos frente a nosotros. Es desolador comprobar este dato, solo con que nosotros interrumpamos con palabras similares: “Pues en mi trabajo, pues en mi, pues a mis hijos…”. Escuchar y saberlo hacer es un paso más que damos hacia nuestro propio bienestar, a ser felices. Hay mucha gente, personas que son infelices durante toda su eternidad porque nunca han sabido escuchar y por no haber sido escuchadas debido a que no saben abrirse a los demás (y creo que cada vez vamos más abocados hacia ello). Escuchar y que te escuchen es una manera prodigiosa de aprender como de hacer felices a los otros. Tiene que ser mutuo, yo escucho y tu me escuchas, necesitamos ser escuchados y no me refiero solo a los oídos, hay que hacerlo con el corazón, esencialmente en lo humano. Si no lo hacemos desde lo más profundo de nuestro ser porque no lo sabemos hacer, la hipotética felicidad que pueda generar la acción y el hábito de escucharse frustra automáticamente. La de escuchar y ser escuchado es unatarea a la que tristemente apenas si se le tiene en cuenta en los procedimientos educativos al uso. Tal vez por eso, porque no se nos escucha y porque no escuchamos, la fgelicidad se venda tan cara a tantas personas.
Siempre tenemos que tener en cuenta que lo mejor para motivar a una persona es saberla escuchar. ¿verdad?. Pues ya sabéis, a escuchar más.
Hay una frase procedente de Italia que dice así (no se escribir en italiano): " Da ascolto arriva la saggezza, e di parlare il pentimento".
Creo que su correcta traducción es esta: Del escuchar procede la sabiduría, y del hablar el arrepentimiento.
Un abrazo a todos y recordar lo que hay que hacer para ser felices.
Luis Moll.
No hay comentarios:
Publicar un comentario